¿Por qué dormir a oscuras es tan importante?

Por Centro Psiconet

¿Sabías que dormirte mientras ves tu serie favorita o echando un vistazo a twitter con tu smartphone puede provocarte obesidad, diabetes, o incluso aumentar el riesgo de padecer cáncer? Suena muy drástico, lo sabemos, pero sigue leyendo y te contaremos qué nos lleva a realizar tales afirmaciones.

El cuerpo humano es como una máquina compuesta por diferentes órganos que actúan en sincronía gracias a lo que conocemos con el nombre de ritmo circadiano. Se denomina así al reloj biológico que regula las funciones fisiológicas del organismo para que éste actúe correctamente y siga un ciclo regular que se repite cada 24 horas. Este ciclo coincide con los estados de sueño y vigilia, y es por ello por lo que mantener una rutina de sueño regular es muy importante, ya que si no se produce alteración en el ritmo biológico.

La melatonina es una hormona ligada íntimamente al sueño, ya que indica a nuestro organismo cuándo llega la hora de dormir, y los estímulos de luz hacen que su presencia se incremente o disminuya. Cuando se hace de día los niveles de melatonina bajan, de forma que nos sentimos más despiertos. Por el contrario, cuando cae la noche, nuestra glándula pineal se pone en funcionamiento segregando más melatonina, nuestra temperatura corporal baja y nosotros comenzamos a sentir como la hora de descansar ha llegado.

Con la invención de la luz eléctrica, dormir a oscuras se ha convertido en algo cada vez más complicado. Nuestras habitaciones se han llenado de aparatos electrónicos y las costumbres a día de hoy favorecen la presencia de estos aparatos aún cuando nos metemos en la cama. Tal y como indica la Encuesta Nacional del Sueño, un 10 % de la población se levanta durante la noche por el teléfono, cifra que aumenta a un 18% en el caso de los adolescentes.

La luz del sol emite unas ondas cortas de color azul que ayudan a nuestro cuerpo a despertarse, sin embargo, este tipo de luz es el mismo que emiten nuestros dispositivos. Por esta razón, la ausencia de oscuridad total por la noche a causa de ellos confunde al ritmo circadiano, provocando que el organismo se piense que es de día y la producción de melatonina se vea alterada, perjudicando así a nuestro ciclo natural del sueño.

No hay que olvidar que la exposición a luz ambiental durante el día también es muy importante, ya que nuestro cuerpo puede optimizar mejor la segregación de melatonina. Estudios recientes han demostrado como las personas que se alejan de la vida cotidiana en la ciudad, y con ello de la luz artificial que nos persigue continuamente, para acampar unos días en el campo, notan una mejora notable en su sueño.

¿Cómo afecta todo esto a nuestra salud?

Los genes que controlan el ritmo circadiano también son los responsables de administrar nuestro metabolismo, regular la renovación celular y favorecer la producción de hormonas. Por la noche, nuestro metabolismo se ralentiza, la presión sanguínea disminuye y los niveles que controlan el hambre aumentan, lo cual nos ayuda a no despertar en mitad de la noche con necesidad de saciar nuestro apetito. Esto se debe a millones de años de evolución, ya que en la antigüedad, con la ausencia de luz artificial, los cazadores y recolectores debían aprovechar las horas de sol para conseguir comida y satisfacer así sus necesidades, ya que la ausencia de ella durante la noche hacía imposible y peligrosa esta labor.

Con la presencia de luz artificial durante nuestras horas de sueño, nuestro cuerpo sufre un desbarajuste en los ritmos circadianos provocando sensación de hambre y perjudicando los sistemas del cerebro que regulan el metabolismo, lo cual favorece la aparición de problemas relacionados con la obesidad y la diabetes.

Por otro lado, gracias a estudios realizados en hamsters se descubrió que aquellos que se exponían a luz azul durante sus horas de sueño tenían menos cantidad de vellosidades en la zona del hipocampo, lo que perjudicaba la comunicación entre sus células y comenzaban a experimentar depresión.

Dicho esto, os recomendamos que bajéis las persianas, os olvidéis de utilizar aparatos electrónicos una hora antes de ir a la cama y disfrutéis de un sueño reparador completamente a oscuras, ya que dormir sin luz no es una cuestión de preferencias, sino algo necesario para llevar una vida saludable.