Un zapato reutilizado puede ser dañino porque acaba adoptando una forma determinada por culpa del desgaste de quien utilizo primero el zapato. Esto puede provocar al infante que las utiliza molestias al caminar, rozaduras e incluso puede causar una mala costumbre al andar.
El calzado usado tiene un desgaste a causa del uso del primer propietario que puede aparecer en diferentes sitios, siempre dependerá de la forma de andar del primero. Puede ser el desgaste en el tacón, en el pliegue superior, en la suela, en la… Si el zapato se deja a un niño o niña de edad temprana puede causar que el segundo niño no pueda caminar correctamente.
Es muy importante que en la etapa de la infancia que es cuando los pies se están formando (entre los 2 hasta los 7 años), se utilicen zapatos heredados ya que pueden dañar e influir en el desarrollo y posición, así como de las piernas o en casos extremos, en extremidades más pequeñas.
Si tu hijo utiliza calzado heredado fíjate que ande bien o que no se queje por dolor de pies.