Además de contar con los nutrientes propios de las hortalizas, como potasio, magnesio, fósforo, calcio, hierro, folatos y vitamina C, la berenjena también tiene propiedades únicas que aportan los siguientes beneficios:
1. Mejora tu digestión: su alto contenido de fibra favorece el tránsito intestinal, convirtiéndola en un aliado para combatir el estreñimiento y el síndrome del intestino irritable. Por otro lado, estimula la vesícula biliar, contribuyendo a la digestión de las grasas y disminuyendo la incidencia de cálculos biliares.
2. Tiene propiedades antioxidantes: los compuestos de la berenjena son capaces de inhibir la oxidación celular, como el ácido clorogénico y los fenoles. ¿En qué nos beneficia esto? Ayuda a prevenir enfermedades degenerativas y cardiovasculares, así como el cáncer.
3. Controla el colesterol y la glucosa:contiene ácido clorogénico y flavonoides, los cuales contribuyen en el control de la glucosa en la sangre, así como en metabolizar y eliminar el colesterol LDL (colesterol malo).
4. Te ayuda a mantener tu peso: la berenjena es un alimento muy bajo en calorías y, debido a que su principal componente es el agua, contribuye a la sensación de saciedad, lo cual la convierte en un excelente aliado para mantener tu peso.
Puedes disfrutar de la berenjena a la parrilla, al horno, guisada o salteada; existen muchas recetas deliciosas y fáciles de preparar.
Consumirla frita no es recomendable, ya que por su textura absorbe gran cantidad de aceite, y nunca debe comerse cruda pues en este estado contiene solanina, una sustancia tóxica que puede ocasionar molestias gastrointestinales y dolor de cabeza.