La importancia de los ambientes de juego en casa
La directora de la escuela de mi hija, Laura Pla, me dijo una vez una frase que se me quedó grabada: “Los niños no necesitan muchos juguetes, ni mucho menos juguetes sofisticados, son las fábricas de juguetes las que necesitan a los niños”. Fue una de esas verdades verdaderas que te hacen cuestionarte sobre qué necesidad hay de que los niños estén atiborrados de juguetes a todas horas, la mayoría de mala calidad y que además no acompañan su proceso natural de descubrir y experimentar el mundo. Por eso, y como ya sabes, soy partidaria de que en casa no haya una gran sobreestimulación de juguetes y los que haya sean verdaderos (de materiales nobles, no de plástico) y estén muy pensados. Además, siempre que sea posible, es ideal definir unas áreas para las actividades de juego dentro de casa (sobre la zona exterior ya te hablé aquí); desde una zona para pintar, colorear y hacer manualidades, un rincón de las muñecas, un banco o caballete con cestas y distintos elementos de juego sencillos (como bloques de construcción, elementos naturales, animalitos de madera o punto, telas…) y por supuesto un rincón con una cocina de juguete.¿Por qué?Esto aporta ventajas. Para empezar, ordenar el espacio donde juega el niño y asegurarse de que todo esté en su lugar sugerirá al pequeño que hay un orden general en la vida. Además, la disposición ordenada de los juguetes en los diferentes espacios alentará al niño a motivarse a sí mismo en su juego y de esta manera será fácil encontrarlo un día jugando tranquilo y solo cuando se despierta.
Mientras que si los juguetes están amontonados en una caja, no le sugieren nada. Es más, el niño se siente invadido de objetos (pues los objetos tienen una presencia que carga el ambiente) y lo que hace es como cerrarse a ellos, como si no los viera.
Organizar la zona de juego simbólico de la cocina ¡en la cocina!
Una cosa que ya habrás descubierto como madre/padre es que tu hijo/a quiere estar donde tú estás.Los lugares de la casa donde más tiempo pasamos durante el día son el salón y la cocina, por eso es importante establecer zonas de juego en ambos espacios, y qué mejor manera de aprovechar toda la acción y potencial de imitación que se desarrolla en la cocina que con un ambiente de juego.Una cocina de juguete es un elemento de juego básico tanto para un niño como para una niña. Dice el doctor Gilbert Childs: “Los niños aprenden a pensar con las manos” y el hecho de realizar actividades repetidas relacionadas con el hogar y con las labores humanas fortalece su fuerza de voluntad.Podríamos hacer alguna cocina DIY,se puede fabricar una sencilla imitación de cocina y fregadero con una caja de madera, en la que se abre un agujero en la superficie superior y se coloca en el hueco una palangana metálica. Los mandos de la cocina se pueden dibujar a mano. Mejor sería incluso colocar una puerta frontal con bisagras y estantes en el interior, pero no es imprescindible. En Pinterest puedes encontrar algunas ideas muy inspiradoras de cocinas de madera DIY, hechas con palés o con una mesita de noche por ejemplo.Si compras una cocina, ¡que sea de madera por favor!
Si te decantas por la opción de comprar una cocina, algo muy importante (al menos para mí) es que sea de madera y no de plástico. No es la primera vez que te lo cuento (mira aquí), pero el plástico es un elemento frío que no enseña ni transmite nada al niño, que no existe en la naturaleza y por otra parte no permite una experiencia coherente para el niño. Por ejemplo, estarás de acuerdo conmigo en que no es lo mismo levantar un gran camión de madera a un gran camión de plástico. Cuando levantas con tanta facilidad un elemento grande, sin apenas hacer esfuerzo, la experiencia de peso que le transmitimos al niño es como falseada, en cambio un juguete de madera que pesa, que tiene textura, consistencia y además transmite sensaciones como es la calidez de la madera, le ofrece una visión más auténtica de la realidad.Así que si buscas una cocina, que sea de madera, aunque sé por experiencia que no siempre es fácil encontrarla, pues suelen venir lacadas con muchos colores brillantes y detalles, para mí, innecesarios.En nuestro caso, el rincón de juego simbólico en la cocina empezó siendo un módulo pequeñito de madera (qué pena que no tengo foto), y ahora ya tenemos esta cocina de madera de bambú, que me encanta por su sencillez y a la vez por lo completa que es. No me puede gustar más, ¡es tan Waldorf!La tenemos colocada junto a la mesa camarera de la cafetera, lo que nos permite aprovechar los estantes inferiores para guardar otros utensilios y complementos para ella.La textura de esta cocina es súper agradable y además trae algunas ollas también de madera y utensilios, y cuenta con puertas que se abren y mucho espacio para guardar cosas. Los fogones además giran haciendo un clic.
<<Se deberían tener pocos juguetes pero buenos. - Francesco Tonucci>>
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