Por qué los juguetes de punto son más recomendables

Por Aguamarina Maribel Jiménez
En la educación Waldorf se da mucha importancia a que los niños/as tengan una experiencia de juego con materiales vivos, que procedan de la naturaleza, en donde la lana de oveja cobra especial protagonismo.

Con lana se pueden tejer juguetes que son auténticos tesoros para los niños/as, como estos animales de punto Waldorf que seguro has visto alguna vez.Son tan sencillos y bonitos, y están presentes en absolutamente todas las escuelas, jardines y familias Waldorf.Pero, ¿te has preguntado por qué tienen esa estética? o ¿Por qué son mejores que otro tipo de juguetes? Si quieres conocer mejor los elementos sutiles que los caracterizan, sigue leyendo porque hoy voy a desvelarte sus secretos…

El atractivo de los juguetes tejidos a mano

Los juguetes tejidos a mano siempre me han parecido muy bonitos por la sencillez y la calidez que desprenden, y es precisamente esa simplicidad la que atrae también a los niños/as, aportándoles una conciencia de juego imaginativa y rica. 
Esta es Sunflower jugando con sus animales de punto. Está contando el cuento de "los buenos amigos", un cuento de invierno que le encanta representar.


Hace unas semanas te hablaba de cuáles eran las claves para considerar que un juguete es verdadero y sin duda los juguetes tejidos a mano lo son.¿Por qué? ¿Qué los diferencia de los otros juguetes que encontramos en el mercado? No voy a negar que otros juguetes de plástico, más acabados (algunos incluso con sonidos) son atractivos para los niños/as. De hecho pueden captar su atención durante un tiempo, pero si te fijas, pronto se aburren de ellos.Los juguetes tan definidos se fabrican con una única finalidad  y cuando el niño/a ya la ha explorado, deja de despertar su interés.
Esto no sucede con los juguetes de punto, tejidos a mano. Son juguetes que se prestan a una infinidad de posibilidades de juego, y que pueden ser utilizados en multitud de escenarios.Es verdad que no son brillantes, ni ruidosos, ni tienen los bordes rectos, duros ni afilados. Al contrario, son suaves, cálidos,  tienen formas redondeadas y primitivas.Y sin embargo tienen algo que resuena en el corazón de cualquier niño/a, quien se siente automáticamente atraído hacia ellos. Puedes hacer la prueba. Yo lo he comprobado incluso con bebés. Si le ofreces a un bebé un animal de plástico o uno de lana, el bebé siempre va a preferir el de lana, pues su consistencia blanda y suave le invita a manipularlo y a sentirlo, nutriendo y despertando sus sentidos.
El plástico es un material frío e inerte que no aporta sensaciones. ¡Hasta un bebé se da cuenta!

Por qué no tienen rostro los juguetes Waldorf

La mayoría de los juguetes del mercado tienen una única expresión facial, normalmente una cara sonriente y feliz con unos grandes ojos, muchas veces caricaturizados.En los juguetes Waldorf lo más habitual es que no tengan rasgos faciales, o como mucho una ligera expresión, con unos ojos pequeños y una boca que no es ni sonriente ni triste.Esto es así porque permite que el juguete se adapte a la emoción que el niño desea que su juguete exprese en cada momento en particular. De esta manera la imaginación del niño/a es libre de cambiar la emoción del juguete. Sin embargo, cuando el juguete solo muestra una cara sonriente muy marcada, ¿cómo puede ser otra cosa? 

El proceso de confección de los juguetes de punto Waldorf

Cada juguete Waldorf se confecciona a mano, de forma totalmente artesanal incluso en la elaboración de los materiales. En las escuelas son las mismas maestras las que los confeccionan y en las familias, las mamás, abuelas o incluso papás suelen hacerlos también.Para confeccionarlos se utiliza pura lana cardada para el relleno y lana hilada (normalmente teñida con tintes vegetales) para crear el cuerpo, y el resultado es un tesoro maravilloso, suave y amoroso.


 Además, el hecho de que estén totalmente confeccionados con fibras naturales, hace que sean también biodegradables, por lo que cuando en los próximos años quizás nadie los use, no van a contaminar ni a llenar vertederos, sino que pueden volver a la tierra. Eso me fascina.

La lana de oveja

Hoy en día se está perdiendo el gran valor que tiene el regalo que nos hacen las ovejas. Me apena mucho que en los últimos años muchos pastores de ovejas se vean obligados a quemar la lana porque nadie la compra ni la quiere, ni siquiera regalada. Esto es una realidad que algunos valientes y emprendedores están luchando por cambiar como es el caso de las chicas de Naturfelt en Mallorca.
Y sin embargo la lana tiene tantos usos, y especialmente en los juguetes su textura despierta alegremente la imaginación de los pequeños e inspira a los más mayores (mira este artículo de Rocío Alberich sobre los beneficios de trabajar la lana, no puedo estar más de acuerdo con ella, pues lo experimento cada día con mis hadas Waldorf, cuando ganchilleo,...).

El proceso de transformación de la lana

La transformación de la fibra de lana al hilo para tejer, y de ahí a un juguete de punto es como un viaje maravilloso y conocerlo y recorrerlo vale la pena, y mucho más para los niños.
En un Jardín de Infancia Waldorf los niños/as suelen tener acceso al proceso de la lana, es algo que pueden tocar y experimentar con sus propias manos. Yo misma hice un taller para conocer todo el proceso en la escuela de Sunflower, y me pareció tan enriquecedor ¡y tan lleno de sentido para la vivencia de un niño/a!

Si no tienes acceso o manera de explicarle de forma vivencial el proceso a tus hijos, hay un cuento magnífico que te puede servir para ello; “El traje nuevo del pequeño Pablo” de Elsa Beskow (Nosotros tenemos la versión en catalán. Te he hablado de los cuentos vintage de esta fascinante autora aquío aquí), que explica todo el proceso que sigue la lana desde la oveja hasta una pieza de ropa. ¡Es tan bonito! 
Primero la lana se corta directamente de la oveja. Siempre está muy sucia y grasienta, impregnada de una sustancia llamada lanolina que tiene muchos usos.Después la lana se lava hasta que quede bien limpia y es el momento de cardarla con las cardadoras manuales, eliminando todos los nudos y creando una fibra suave y esponjosa.Esta lana cardada es la que se utiliza para el relleno de los juguetes, pero si la hilamos en una rueca, obtendremos el hilo con el que podemos tejer.Ese hilo, después lo podemos teñir con tintes vegetales para obtener colores, o no, también se puede dejar con el tono natural de la oveja, como esta lana gris tan preciosa.Y así es como obtenemos la madeja preparada para tejer un hermoso tesoro con el que un niño/a podrá jugar en infinidad de escenarios y situaciones. Estos juguetes sin duda son un must have en una casa con niños.

Cómo confeccionar estos juguetes de punto

No hay nada mejor ni más amoroso que la propia mamá, papá o abuelita teja y confeccione los juguetes para sus pequeños/as. Además son juguetes que pueden usarse durante muchos años, desde bebés hasta mucho más mayores. Siempre ofrecen oportunidades de juego.Si sabes tejer, entonces ¡no lo dudes!Algunos libros maravillosos que hablan de los juguetes de punto Waldorf e incluyen patrones y explicaciones paso a paso son:
  • Lana mágica. Actividades creativas con lana de ovejade Dagmar Scmidt & Freya Jaffke.
  • Juguetes hechos por los padres de Freya Jaffke.
También publiqué hace tiempo un tutorial sobre cómo hacer un gallo, gallina y pollito de punto siguiendo el patrón y técnica de relleno Waldorf que para empezar está muy bien porque son muy fáciles de hacer. Y tengo pendiente publicar el del gatito.Y si no te animas a confeccionarlos pero quieres ofrecer este tipo de juguetes tan valiosos a tus hijos/as, puedes pasarte por nuestro Atelier, donde tenemos también disponibles unas cestas de animales de granja tejidos a mano que qué te voy a decir, son preciosísimos, sin duda un regalo maravilloso. (Mira aquí). ¿Te ha gustado conocer el proceso de la lana? ¿Te imaginas explicárselo a tus hijos? Si me dejas un comentario ya sabes que te leeré encantada.

<<Cuando nos interesamos por el juego de los niños tan seriamente como se merecen, les estamos ayudando a sentir la alegría que se encuentra en su espíritu creativo. También nos estamos ayudando a nosotros mismos a permanecer en contacto con ese espíritu. Son las cosas con las que jugamos y la gente que nos ayuda a jugar lo que marca la  gran diferencia en nuestras vidas. – Fred Rogers >>


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