¿Por qué surgen las fobias?

Por Centro Psiconet

A lo largo de la trayectoria del blog hemos tratado diversos temas relacionados con las fobias: cuáles son las más comunes, qué es la amaxofobia, consejos para superar la fobia social, etc.

Pero, ¿por qué surgen estos miedos fóbicos? ¿qué nos lleva a sufrir ese miedo o rechazo a, por ejemplo, subir en un ascensor o acercarnos a un perro?

Comencemos definiendo lo que es una fobia. Generalmente, trata de un miedo hacia un objeto, situación o ser vivo, fruto de un impacto emocional negativo que se produce a raíz de una situación traumática. Esto provoca en el individuo pánico o sensación intensa de ansiedad, la cual no frena hasta que el estímulo que lo provoca se detiene. Sin embargo, existen tipos de fobias que no se relacionan con este tipo de reacción, sino que se refieren a sentir rechazo hacia algo, como por ejemplo podría ser el caso de la homofobia. También hay que tener en cuenta que en algunos casos, especialmente en lo referente a fobia hacia algún ser vivo, puede intervenir en la misma medida que el miedo, el asco o repugnancia, llegando incluso a superarlo. En cuanto a fobias se refiere, existe una gran variedad y cantidad de casos diferentes, los cuales puedes ser muy comunes o, por el contrario, algo poco frecuente.

El origen y desarrollo de esta reacción desmesurada hacia un motivo concreto puede darse por diversas razones. La causa más común es una mala experiencia o trauma sufrido directamente por la persona. Por ejemplo, alguien que ha sufrido la mordedura de un perro, es muy probable que a raíz del incidente desarrolle miedo o aversión hacia el animal, y no solo hacia el que le mordió, sino a la especie en general. Además, también puede darse una extensión de la fobia hasta incluir en ella otros factores como podría ser el lugar en el que se produjo el ataque, sintiendo ansiedad cuando lo visite nuevamente u otro similar.

Por otro lado, las fobias también pueden producirse por conductas aprendidas e imitación de conducta de otras personas, especialmente cuando se dan siendo pequeños. Si alguien nos expresa continuamente que se debe temer a determinado elemento, nosotros acabaremos por aceptarlo siempre y cuando le veamos la lógica a ese miedo. Este tipo de causa es muy frecuente en lo que a otras culturas y creencias se refiere. Muchas veces es la propia sociedad la que nos induce a tener una fobia determinada, causada, por ejemplo, por un conflicto internacional que ha afectado profundamente a dicha sociedad.

Ver personalmente como otro individuo pasa una experiencia desagradable también puede llevarnos de forma inconsciente a adoptar ese miedo como si fuese nuestro. En ocasiones, aunque nunca hayamos experimentado un contacto real con determinado peligros, nuestra cultura e historia nos llevan a sentir cierto recelo hacia ellos.

En las fobias, existen niveles de intensidad. Hay personas que al enfrentarse a su miedo se paralizan, siendo incapaces de actuar. Otras, por su parte pueden ser capaces de enfrentarse sin sufrir bloqueo pero con gran desagrado.

No siempre resulta sencillo conocer cuáles son los factores que nos llevan a sufrir una fobia. Sin embargo, es importante determinar las causas que pueden provocarla causarla, ya que de esta forma será más sencillo abordarla con una u otra terapia.

En conclusión, igual que un miedo fóbico se aprende, también es posible hacer lo contrario y librarnos de él.