Esta es la pregunta que ALCER quiere trasladar a los ciudadanos. Para ello se instalarán mesas en 50 ciudades donde la gente podrá escribir en un libro su repuesta a la pregunta. Cada uno desde el enfoque que desee: realista, científico, médico, solidario, idealista. Se trata de una iniciativa con motivo de la celebración del Día Mundial del Riñón que este año lleva como lema “Riñones para vivir” con el que se pretende concienciar a la gente sobre la importancia de la donación.
Al mismo tiempo que se quiere descubrir la percepción que tiene la gente sobre este tema, desde ALCER se pretende que la gente tome conciencia de que es posible vivir con un riñón. En España, según el Dr. Rafael Matesanz Director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), “actualmente unas 24.000 personas viven con un riñón trasplantado gracias a que en su día lo recibieron de una persona fallecida o viva”.
Desde ALCER se considera muy importante que todo el mundo sepa que se puede vivir con un riñón y que de hecho hay muchas personas viviendo así gracias a la solidaridad. Pero sobre todo se quiere subrayar la felicidad que sienten las personas que dieron el consentimiento para la donación de un familiar fallecido y las que estando vivas donaron un riñón. Dos situaciones completamente diferentes pero que según todos los expertos coinciden en un aspecto, la satisfacción que les queda de por vida al haber ayudado a vivir a otra persona.
No se tiene constancia de familiares o donantes descontentos con su gesto y sí por el contrario de algún grado de arrepentimiento en el caso de las donaciones de cadáver, cuando ante el drama de los primeros momentos algunas personas se niegan a permitir la donación de su familiar y pasado un tiempo piensan que deberían haber actuado de otra manera.
Hablar con los familiares sobre el deseo de cada uno es clave. Esto permite que posteriormente la familia pueda estar segura al tomar la decisión que más se acerca a la voluntad del donante. La vida de muchas personas que están en lista de espera para recibir un riñón depende de la actuación de estas familias.
El presidente de la Federación Nacional ALCER, Alejandro Toledo, ha señalado: “Esperamos que la gente se acerque las mesas de todas la ciudades, nos deje su opinión escrita y sobre todo, deseamos que nos pregunte para que no tenga dudas por si llegado el caso tienen que tomar una decisión. La mayoría de la gente identifica la donación con la muerte y debería ser al revés. La donación es vida y los riñones son para vivir, más cuando se hace desde la propia vida”.”.