Si me seguís normalmente y leéis aquellos post que les dedico a las colecciones de alta costura, sabréis que soy una ultra fan del trabajo que lleva a cabo Elie Saab en cada uno de los desfiles que podemos disfrutar.
Entre las decenas de diseños cargados de preciosa pedrería y transparencias, resaltaron vestidos en colores muy llamativos, pero en esta ocasión lisos, que contaban con un vuelo especial a medida que las modelos iban caminando por la pasarela, y que estaban elaborados con tejidos muy vaporosos.
Asimismo, entre los diseños de pedrería y los lisos, los diseños con volúmenes han constituido una novedad y una parte muy importante en la colección. Faldas voluminosas con preciosos estampados florales y vestidos con escotes en forma geométricas a los que normalmente la casa no nos tiene acostumbrados pero que encajan a la perfección el estilo de la colección.
De igual forma, los degradados y las aberturas en las faldas también han contado con un gran protagonismo dentro de esta maravillosa colección.
¿Quién no querría ir al altar así?
Muchos besos y hasta la próxima