Un estudio realizado por
investigadores de la Universidad George Mason en el Departamento de Salud Global
y Comunitaria encontró que en las mujeres que logran un embarazo y lo finalizan
obteniendo un hijo sus telómeros se acortan en comparación con las mujeres
nuliparas. Los telómeros son los extremos del ADN en nuestros cromosomas, que
ayudan a la replicación del ADN y se acortan con el tiempo. La longitud de los
telómeros se ha relacionado con la morbilidad y la mortalidad, pero este es el
primer estudio que examina los vínculos con tener hijos. Sus hallazgos fueron
publicados en Human Reproduction.
Los autores informaron que los telómeros entre las mujeres que tenían hijos
eran el equivalente de 11 años más cortos. Este fue un cambio mayor que el
reportado por otros grupos de investigación para fumar u obesidad. La Dra. Anna
Z. Pollack , autora principal del estudio, señaló, "con datos
transversales, no podemos decir si tener hijos está relacionado con el
acortamiento de los telómeros o simplemente si las mujeres que tienen hijos
comienzan con telómeros más cortos . Los
factores adicionales a considerar incluyen el estrés y el apoyo social, así
como si los hallazgos similares se observan en los hombres.