Tanto si realizas deporte como si sigues una dieta es normal que controles con cierta regularidad tu peso para ver si vas por buen camino y te acercas a tus objetivos, el problema con pesarnos a diario es que nos puede generar cierta confusión o desanimo, nada más frustrante que ver cómo nuestro peso aumenta tras uno o dos días haciendo ejercicio y comiendo sano.
El tema es que no tenemos en cuenta que en nuestro cuerpo suceden muchos procesos, es un sistema complejo que no deberíamos medir de forma aislada, sino dentro de un periodo de tiempo razonable, por ejemplo para algunos expertos medir el peso es como los resultados de una encuesta de opinión, depende cuando la hagas los resultados pueden variar bastante, es mejor poder comparar varias encuestas para poder observar una tendencia al alza o la baja.
A menos que seamos muy estrictos y pesemos la raciones de todo lo que comemos, a veces comemos más y otras menos, a veces bebemos más y otras menos, e igualmente nuestro cuerpo no elimina todo lo que ingerimos con la misma eficacia y regularidad, ya sea mediante heces, orina, sudor e incluso al respirar.
Por tanto tomar la medida de nuestro peso de forma aislada no es muy orientativo, nos engañamos para bien o para mal. De un día a otro nuestro peso puede variar entre 1 y 5 kilos tranquilamente, parece mucho, pero entra dentro de las fluctuaciones de peso habituales.
Si estás intentando perder peso no desesperes, si quieres toma nota cada día del peso que marca la balanza y al cabo de varias semanas observa la tendencia y ten presente que una pérdida de peso de unos 100 gramos diarios de media es un objetivo razonable.