La marca de Stuttgart desembolsó esta suma en una subasta organizada en las cercanías de Johannesburgo, donde el mítico trazado fue sorteado como el último de un total de 25 lotes.
La subasta empezó en 14'2 millones de euros, pero Porsche sólo necesitó un par de minutos para intimidar a la competencia y salir victoriosa de la velada.
Los apasionados del motor respiran aliviados, y es que existía la posibilidad de que el Kyalami fuera destruido para construir edificios de oficinas en su emplazamiento. La irrupción de la firma teutona, sin embargo, impedirá que eso ocurra.