Dependerá de varios elementos. Analizamos algunos de ellos:
· Uso al cabo del día. Según la cantidad de horas que los uses al día, en unos casos te lo podrás tomar como gasto o inversión, lo que está claro es que si ambos están parejos, es decir, si utilizas el Smartphone tanto o más que el portátil, conviene verlo más como una inversión que como un gasto, ya que te ayuda en tu trabajo, te permite libertad de movimientos y atender a tus clientes en cualquier lugar.
· Vida útil de los dispositivos. Por lo general, la vida útil de un teléfono es menor que la de un portátil. Claro que también dependerá de las exigencias y del cuidado que demos a cada uno. Si la de un portátil se puede estirar hasta los cinco años, la de un Smartphone no pasa de los dos, tres a lo sumo.
En definitiva, si eres de los que está todo el día de arriba para abajo, contestando correos, respondiendo llamadas o analizando pedidos, un Smartphone de gama alta puede solucionarte muchas horas de trabajo que después tendrías que gastar delante del portátil, ahorrándote dinero y esfuerzo.
La decisión ya depende de ti.
Fuente: tecnologiapyme.com