Una investigación, publicada en
la edición digital de la revista Nature,
resalta como científicos de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) han
determinado la estructura de una proteína de la superficie de la hepatitis C,
un hallazgo que podría ayudar a desarrollar una vacuna para frenar la
propagación de esta enfermedad mortal que ha infectado a 3,2 millones de estadounidenses.
La hepatitis C muta constantemente, lo que le permite infectar una célula
huésped y evadir la respuesta inmune, causando una infección crónica que puede
ser difícil de tratar. Mediante la identificación de la estructura de la
proteína externa del virus, los científicos estarán en mejores condiciones de
desarrollar una vacuna que dirija el sistema inmune a las regiones vulnerables
al virus con el fin de prevenir la infección. El virus de la hepatitis C
es un importante problema de salud con 160 millones de personas infectadas en
todo el mundo, alrededor de cuatro veces más personas que las que portan el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La mayoría de las personas
infectadas no muestran síntomas hasta que el virus, la causa número uno de
trasplante de hígado, ha causado graves daños a este órgano.