"Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).Segunda película que reseñamos del cineasta mexicano Carlos Reygadas, considerado uno de los realizadores más personales e interesantes de latinoamérica, que asumiendo a grandes maestros del cine mundial no sólo ha recibido el aval de la crítica internacional sino premios entorno a una obra que cuestiona el "tiempo cinematográfico", ciertos parámetros aristotélicos y lo simbólico, donde la puesta en escena toma un carácter espiritual que no sólo se vislumbra a través del lirismo sino de cierto carácter religioso o la contraposición del mismo. Reygadas, abogado de profesión, debutó en el año 2000 con un largometraje y la creación de su propia productora NoDream Cinema, después de haber vivido en Europa y realizado un par de cortometrajes en Bélgica. Con su productora, además de sus películas, ha coproducido para otros cineastas tanto compatriotas como de otras latitudes. Su estilo pausado, de leves o nulos movimientos de cámara, planos secuencias, en este caso de manipulación de la imagen y aplanamiento de los actores, el trabajo de Reygadas parece configurarse desde lo visual con historias que se justifican en la mística de lo cinematográfico, y el rompimiento de los parámetros mismos de la lógica narrativa, es decir, la obra del mexicano se hace cada vez más criptica, radical y singular, pero no necesariamente mejor, y Post Tenebras Lux, recoge estas ideas de una forma bastante evidente.
El montaje en esta obra puede ser una contradicción de fondo y forma, no sólo porque el largometraje está estructurado con diversos saltos temporales, flashbacks y flashforwards, inconexos, insertos - entendidos en este caso como secuencias simbólicas-, y el uso constante de filtros o elementos, que más que experimentación tienen un choque formal tanto en lo conceptual como en lo técnico, y aún así, es un trabajo bastan puntual en su "arquitectura" cinematográfica, y es aquí donde entra la figura de la montajista boliviana radica en méxico Natalia López, que no sólo logra descifrar las ideas de Reygadas, sino de mantener ese tono "naturalista", que parece su huella de identidad.
Más que actores naturales, Reygadas manipula, como lo hacía Bresson, a estos "modelos", que ni llegan a expresar ni a generar unos sentimientos determinados, son más unos moldes que se adecuan al tono de esta obra, y aún así, más que hacerlo mal, acrecientan esa sensación de irrealidad, que vemos durante 120 minutos.
Tal vez esta sea la película más compleja de Reygadas, no sólo por la narrativa sino por un cúmulo de elementos, en los que no se sabe si está equivocado el director, si es un error del trabajo/video/pantalla o simple y sencillamente se está experimentando con un simbolismo, que está más allá de la comprensión de la gente del común, pero con un bonito empaque seudoreligioso, pero citando libremente a Sontag en Contra la interpretación, cuando la interpretación es más que la misma película, estamos ante una evidente obra carente de sentido, pero finalmente, esa parece ser la propuesta más fuerte y radical del méxicano que ganó a Mejor director en Cannes.
Zoom in: Ganador en Cannes, Mar del Plata y La habana, en distintas categorías.
En el estreno y premiación de la obra fueron más los abucheos que las palmas.