La provincia malagueña, famosa por su luminosidad, su calor y el Sol que prácticamente está presente casi todos los días del año, ha dejado paso a nuestra amiga la lluvia en éste último y largo invierno; aunque la primavera ha llegado cargada de días bien cerrados de nubes grises, presagiando la continuidad de días lluviosos, tormentosos y con una temperatura poco habitual para quienes vivimos aquí.
Miro la mar como cada día, pero desde donde lo hago siento más con éste tiempo, el monte, el campo; se mezcla el olor a salitre, con el de azahar, con el tomillo y el romero, cierro los ojos, huele a tierra mojada, al mar, al campo, estoy en Málaga, en pleno Valle del Guadalhorce.
Me gusta cocinar los productos de las huertas, mi cocina es una cocina de temporada, suelo y me gusta cocinar los productos autóctonos malagueños, a ser posible lo que nos regala la tierra y la mar en su momento; me enseñaron desde pequeña a reconocer y a saber cuando se recolecta o cuando se pesca, y eso en gran medida hace que mis platos, lo que cocino sea acorde a los ingredientes de la zona.
En ésta ocasión, he preparado coles, tanto como primer plato, un ejemplo es ésta ensalada, como en rollos estilo oriental o ensalada que publicaré en breve.
Pero hoy no puedo dejar atrás éste plato de coles tan malagueño, antes de que nos dejen las lluvias, antes de que por fin nos abandonen los días nublados y grises y que las calores se adueñen de nuestros soleados días.
Este potaje de coles, un plato tradicional malagueño que prácticamente ha quedado relegado a las ventas y restaurantes de los Montes de Málaga, es uno de mis preferidos, aún hoy en día me pregunto como de pequeña no me hacía mucha gracia que digamos.Un plato contundente que admite todo tipo de carnes, pollo, ternera, cerdo y lógicamente embutidos, no le puede faltar su chorizo y su morcilla, sin dejar atrás un buen trozo de tocino, tal y como lo hacía mi madre y que publiqué en una de las primeras entradas del blog.
Aunque en ésta ocasión he preparado una versión un poco más ligera, por supuesto dándole su tiempo, preparando a la antigua usanza, a fuego lento un buen puchero.
¿Cómo lo he hecho?
Ingredientes para el puchero:
250 gr. de garbanzos remojados (echar los garbanzos la noche anterior para reblandecerlos en agua con un puñado de sal), una zanahoria cortada en trozos pequeños, una patata cortada en cascos, un trozo de ternera (uso de jarrete), un muslo de pollo, un hueso fresco de ternera (tuétano a ser posible), un trozo de tocino fresco, un hueso añejo, un trozo de manteca salada, un trozo de tocino añejo, un trozo de “pellejo” añejo, media col cortada en trozos pequeños, media taza de arroz de grano redondo y agua.
Ingredientes para el sofrito:
Un trozo de cebolla blanca (dulce) y dos o tres dientes de ajo picados en trozos muy pequeños, una cucharada de pimiento molido (pimentón dulce), cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño).
Los pasos a seguir:
Llenar una olla grande con agua y en frio echar los garbanzos enjuagados previamente, la ternera, el pollo, el hueso fresco, el añejo, el tocino, la manteca salada, el tocino añejo, el pellejo añejo, el hueso añejo y llevar a ebullición.Estar pendiente y cuando empiece a hervir, espumerear tantas veces como sea necesario.Añadir la zanahoria y la patata entera, dejando cocer a fuego lento (espumerear nuevamente hasta que quede el caldo limpio y bien blanco).Dejar cocer unas dos horas aproximadamente, hasta comprobar que los garbanzos estén tiernos.Desechar la manteca, el hueso añejo, el tocino añejo y el pellejo.Hacer el refrito:En una sartén echar el aceite de oliva y pochar la cebolla y los ajitos a fuego lento con cuidado de que no se quemen.Antes de que se doren agregar la cucharada de pimentón, remover y echar el sofrito a la olla.Agregar la col picada y dejar cocer unos diez minutos, añadir el arroz, rectificar de sal y dejar unos diez minutos más.Dejar reposar y servir muy caliente.
La carne de ternera, pollo, el tuétano y el tocino se puede servir de segundo plato, acompañando todo el conjunto con un trozo de morcilla cocida en agua; a ésta opción en Málaga se le denominá “pringá”.
¡¡ Buen provecho !!
Disfruten de Málaga, de su Semana Santa, de su sol, su mar, su lluvia, sus campos, de su gastronomía…..