Ingredientes:
- 250 grs de garbanzos
- 250 grs de espinacas
- 150 grs de migas de bacalao desalado
- 2 huevos.
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla.
- 1 rebanada de pan.
- 1 cucharadita de pimentón de la Vera.
- 1 hoja de laurel.
- 1 cucharada rasa de comino
- 1 ramita de perejil
- 5 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal.
Preparación:
- Si el bacalao fuera en salazón, tendríamos que dejarlo en remojo durante 24 horas, cambiando el agua varias veces. En mi caso ya lo he comprado desalado.
- Los garbanzos en un bol distinto estarán en remojo unas 12.
- Pasado ese tiempo, los escurrimos y los cocemos en agua con sal, el laurel, un diente de ajo pelado y el comino, hasta que estén tiernos.
- Cocemos los huevos en agua salada durante 12 minutos. Los refrescamos con agua fría, los pelamos y los cortamos en cuartos. Reservamos.
- Pelamos un diente de ajo y lo doramos en una sartén con 3 cucharadas de aceite. Lo retiramos y añadimos el pan para freírlo por ambos lados. Lo reservamos con el ajo.
- Pelamos y picamos la cebolla y el ajo restante.
- Agregamos el resto del aceite y rehogamos la cebolla unos diez minutos a fuego no muy fuerte.
- Incorporamos el ajo y lo sofreímos 1 minuto nada más.
- Añadimos el pimentón fuera del fuego e incorporamos todo a los garbanzos.
- Lavamos las espinacas y las escaldamos unos segundos en agua.
- Las escurrimos y luego las picamos un poquito, para seguidamente añadirlas a los garbanzos.
- Majamos en un mortero el pan y el ajo fritos, con el perejil picado.
- Añadimos unas cucharadas del caldo de los garbanzos e incorporamos todo a la cazuela junto con el bacalao.
- Cocemos durante 20 minutos, añadimos los huevos y dejamos reposar 20 minutos antes de servir.
- Aunque para mi gusto, mejor prepararlo de un día para otro, los sabores asientan mejor.