Tras el análisis, los investigadores descubrieron que 4: tan sólo 75 minutos de ejercicio a la semana se traducen en un aumento de 1.8 años de vida; entre 150 y 299 minutos, el aumento es de 3.4 años; y entre 300 y 449 minutos, el aumento es de 4.2 años
El estudio consideró actividades físicas no relacionadas con la vida cotidiana, sino las programadas: ejercitarse en un gimnasio, caminar o practicar algún deporte.
De hecho, cualquiera puede beneficiarse si realiza cuando menos 2.5 horas de ejercicio moderado o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, no importa el grado de sobrepeso. En cambio, los individuos de peso normal que jamás se ejercitan tendrán una menor esperanza de vida.
El estudio también reveló que el ejercicio coadyuva a elevar la esperanza de vida en fumadores -2.5 años más de vida- y hasta pacientes con cáncer -5.3 años más-, y determina que los resultados mejoran en tanto el ejercicio sea más vigoroso y frecuente.
Curiosamente, el nivel de ejercicio que plantea la investigación para alcanzar esta meta no es excesivo, al contrario. Los 75 minutos semanales a los que se refiere en principio, y que bastarían para aumentar 1.8 años de vida, es la mitad de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud.
Es indispensable que la actividad física se entienda como una medida preventiva de enfermedades, y no sólo como una estrategia para bajar de peso. “Sin duda es importante mantener el peso adecuado y ejercitarse para lograrlo, pero el ejercicio debe verse más allá, como una fuente de salud en general”, consideró Steven Moore, epidemiólogo del National Cancer Institute que intervino en el estudio.
Fuente: Patricia Katz
Etiquetas: autoestima, ejercicio, featured, felicidad, full-image, investigacion, prevencion, vida saludable
Categoría: Ejercicio Físico