Todos los años comenzamos con nuevos propósitos, proyectos, objetivos. Prometemos hacer más ejercicio, dedicar más tiempo a la familia, los hijos, aprender inglés, dejar de fumar, etc... Pero llega el final del mismo, hacemos balance y "sorprendentemente" nos encontramos que el año que hemos terminado es bastante similar al anterior. Tal vez comenzamos poniendo en práctica el nuevo hábito, pero se han quedado con el paso del tiempo, en una minifalda sexy, más que en otra cosa. Dejando nuestras vergüenzas al aire, nunca mejor dicho, en especial para nuestro amor propio. Esto me lleva irremediablemente al onanismo, pero esto ya es otra historia.
Por fin llegas a una conclusión: no tengo fuerza de voluntad; lo cual no es cierto, lo que sucede en la mayoría de las ocasiones, es que la pillamos por sorpresa
Bueno, pues este año puede ser el definitivo. ¡Yes, we can! Pero tenemos que empezar por lo básico. Os voy a contar el mayor fallo que cometemos a la hora de acometer, un proyecto en tu vida. El mayor fallo es, que imaginamos que el cambio, es realizar esta nueva conducta y ya está, hacer deporte, buscar trabajo, pues nos equivocamos en la base: Generalmente un cambio de esta magnitud necesita una multitud de pequeños cambios en nuestra vida, cambiar muchas cosas que son incompatibles con el nuevo hábito, necesitas deshacerte de conductas, actitudes, valores que tal vez no estamos dispuestos a sacrificar. -El cambio es biológico. Imaginemos el dejar de fumar, tenemos una dependencia física, una tolerancia a la nicotina. Alimentos que nos incitan al consumo, como puede ser el café o el alcohol. En el caso de buscar trabajo y mantenernos en el esfuerzo es necesario una buena forma física, dormir y comer bien, como base para una salud mental y autoestima alta. La primera manipulación para destruir a alguien psicológicamente es la privación de sueño y la mala alimentación. -El Cambio es psicológico, miedos y creencias asociadas al antiguo hábito. No puedo concentrarme si no fumo. Pedir trabajo es humillante El buscador de empleo debe potenciar todas las actitudes que facilitan el optimismo y la tolerancia a la frustración. Saber reforzar una pequeña victoria, por ejemplo; conseguir una entrevista, aunque no se consiga el trabajo.
-El cambio tiene que ser social, al menos en un primer momento, tenemos muchas situaciones condicionadas al consumo de tabaco. Si nos metemos de lleno en éstas sin la debida preparación, nos va a producir tal ataque de ansiedad que en un par de éstas, estamos fumando de nuevo. Los buscadores debemos propiciar todas las situaciones posibles de contacto con los empleadores, tanto off como on-line.
Lo más importante y fundamental el nuevo hábito o des-hábito necesita tiempo o falta del mismo, para él. Lo que implica quitárselo a otras conductas que tal vez nos gusten mucho o introducir nuevas conductas sustitutivas, en el caso de la deshabituación. Podríamos concluir que muchos de los propósitos que nos planteamos son en realidad un cambio en el estilo de vida, algo de lo que no somos conscientes y nos encontramos por sorpresa ante situaciones en las que se presenta un dilema: La conducta nueva o lo vieja y casi inconscientemente nos decantamos por la más fácil. Me voy a tomar café con los amigos de todos los días o voy a tal empresa a ver a Pepe, que hace diez años que no veo.
Debemos prever estas situaciones, para hacerlas conscientes prepararnos y que no nos cojan por sorpresa. Así con nuestra fuerza de voluntad, elegir y realizar la conducta que queremos implantar en nuestra vida. Por lo que necesitamos planificación y objetivos medibles.