Prepararse para las matemáticas con el Tangram

Por Aguamarina Maribel Jiménez

Cuando estudiaba psicología uno de mis profesores solía decir que si a un niño de primaria no le damos clases de matemáticas pero le dejamos jugar con el Tangram durante un año entero, estaría más avanzado matemáticamente  hablando que si hubiese hecho el currículum normal de la asignatura.

¿Podría ser cierto?

No he llegado a hacer ese experimento tal cual, pero sí que puedo decir que desde que acabé la carrera he utilizado mucho este famoso y antiguo puzzle chino, con gran diversidad de alumnado (de todas las edades), y siempre ocurre algo sorprendente, y es que en pocas sesiones de juego mejoran muy rápido su ejecución (lo resuelven antes, más concentrados y con más interés).

Con los niños más pequeños solemos hablar de lo importante que es preparar una buena base para la lecto-escritura de forma natural, pero ¿qué pasa con las matemáticas?

De forma espontánea las tenemos presentes desde el mismo momento que empezamos a contar con los números y con los dedos, pero si los niños tienen la opción de jugar con materiales tan ricos como el Tangram, les estamos dando muchas más oportunidades de desarrollar de forma fácil sus habilidades de pensamiento matemático.

¿Qué es un Tangram?

Si no lo conoces todavía, el Tangram es un puzzle de origen chino (los primeros datan del siglo XVIII) que está compuesto por 7 piezas o tans: un cuadrado, un paralelogramo y diferentes triángulos.

Con los tans se pueden crear una  infinidad de figuras (animales, objetos, personas en diferentes posturas, las letras del alfabeto…) por lo que se puede utilizar como un puzzle creativo y libre o bien siguiendo las reglas del juego que son:

  • Se deben utilizar los 7 tans para crear una figura
  • Se debe construir en plano
  • Los tans tienen que tocarse pero no se pueden superponer.

Jugando de modo clásico, hay varios niveles de dificultad; para los más pequeños se les ofrece una imagen con las divisiones de las figuras, como en el librito de Tangram que tenemos de Grimm’s gracias a Veobio (puedes encontrarlo aquí), o en la versión más difícil, solo se muestra la silueta de la figura, sin la división de las formas, y cada uno debe deducir cómo están colocadas y reproducirla.

¿Qué beneficios aporta jugar con un Tangram?

En China a este juego se le conoce como tablero de la sabiduría porque utilizarlo facilita la reflexión, desarrolla la inteligencia creadora, promueve la fraternidad y es una introducción excelente a la geometría y a las matemáticas (conceptos como simetría, área, perímetro…).

Para los niños pequeños manipular y jugar con un buen Tangram, de forma libre o reproduciendo las figuras, les ayuda a desarrollar un sentido intuitivo de la geometría, a clasificar las formas,  a explorar las relaciones espaciales y sus habilidades de rotación, a descubrir conceptos como la simetría y sobretodo a resolver problemas despertando la creatividad interior.

Podemos decir que un tangram es una forma manipulativa y concreta de tener un conocimiento físico de distintas habilidades matemáticas que el niño/a utilizará más tarde en su aprendizaje.

Con sinceridad creo que hay pocos materiales que aporten tantos beneficios relacionados con el aprendizaje como este, tanto a nivel de estimulación como de reeducación posterior cuando hay dificultades. Yo por ejemplo lo utilizo muchísimo con mis alumnos disléxicos o con problemas de disgrafía (dificultades al escribir) y va genial.

¿Cuáles son los mejores Tangrams?

Hoy en día existen muchos tipos de Tangrams, desde los de papel y cartulina que podemos hacer nosotros mismos con plantillas que puedes encontrar en la red, hasta los virtuales, que yo al menos descartaría por completo.

Este tipo de materiales son mucho más ricos cuando el niño puede manipularlos, explorarlos y vivenciarlos con las manos.

Los juegos de pantalla al fin y al cabo no permiten experimentar la vivencia real del movimiento, de la rotación, de la simetría, algo que sí es posible con un Tangram de piezas de madera por ejemplo.

El que tenemos en casa y que utilizo también con mis alumnos es el de Grimm’s de Veobio (puedes verlo aquí), sus piezas de madera natural son grandes y gruesas y eso facilita la construcción en 2D ¡y en 3D!

Es curioso que Sunflower siempre que juega con él se plantea construir en altura, en plano no le gusta hacerlo.

Es un Tangram excelente en todos sus detalles, incluso en los colores que siguen una misma gama cromática (lee más información sobre los colores aquí). Ya sea a modo de juego libre o con el cuadernillo de láminas propuestas es un reto muy divertido y estimulante para los más pequeños, que desde los 3 años ya pueden experimentar con este material.

Como todos los materiales de Grimm’s, es un material muy versátil porque se puede utilizar como elemento de juego simbólico también, y además su precio es muy asequible para todo lo que aporta, poco más de 20€, puedes verlo aquí.

Por eso ante la pregunta ¿cómo estimular las pre-matemáticas? Siempre respondo: Ofréceles un buen Tangram y déjales explorarlo…

Hay una leyenda que dice que un sirviente de un emperador chino llevaba un mosaico de cerámica, muy caro y frágil, y tropezó rompiéndolo en pedazos. Desesperado, el sirviente trató de formar de nuevo el mosaico en forma cuadrada pero no pudo. Sin embargo, se dio cuenta de que podía formar muchas otras figuras con los pedazos… – Wikipedia

Aguamarina