El mayor estudio de morbi-mortalidad realizado con fármacos para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca, ha demostrado que añadir ivabradina, un fármaco que reduce exclusivamente la frecuencia cardiaca, a la terapia estándar disminuye significativamente el riesgo de muerte y hospitalización por insuficiencia cardiaca. 1 Los resultados de este nuevo estudio, SHIFT (Systolic Heart Failure Treatment with the I(f) Inhibitor Ivabradine Trial), han sido presentados en España hoy por los doctores Francisco Fernández-Avilés, coordinador nacional del estudio y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, y José Luis López Sendón, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz y presidente del Comité de Validación de Eventos del estudio SHIFT.
SHIFT reclutó a más de 6.500 pacientes de 37 países, con insuficiencia cardiaca de moderada a grave y una frecuencia cardiaca de más de 70 lpm, que fueron controlados durante una media de 23 meses. Los resultados mostraron que ivabradina reduce el objetivo primario compuesto de muerte cardiovascular u hospitalización por agravamiento de la insuficiencia cardiaca en un 18% (p<0,0001). p="0,014)">
--Diseño del ensayo SHIFT
SHIFT es un estudio aleatorizado, doble ciego, que compara ivabradina con placebo en el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca de moderada a severa (más frecuentemente de causa isquémica), fracción de eyección del ventrículo izquierdo disminuida y frecuencia cardiaca superior a 70 lpm. El estudio se diseñó para evaluar si ivabradina puede mejorar los eventos cardiovasculares, los síntomas y la calidad de vida, al añadirse a la terapia estándar en pacientes con ICC y disfunción sistólica.
SHIFT está patrocinado por Servier, compañía farmacéutica independiente con un largo historial en el desarrollo de fármacos para las enfermedades cardiovasculares.
Los pacientes recibieron ivabradina o placebo, además de su tratamiento estándar para la insuficiencia cardiaca. Éste incluía inhibidores ECA y/o ARA II, betabloqueantes, diuréticos y antagonistas de la aldosterona. El 89% de los pacientes que participaron en el estudio recibió IECAs y betabloqueantes, y más de la mitad de ellos recibieron, al menos, un 50% de la dosis objetivo.