Félgora y la Antesala del Olvido aborda el mundo de los sueños desde una perspectiva tan racional que consigue que lo irracional nos parezca real y que sintamos ganas de soñar al devorar su contenido, ya que la frescura con la que el autor urde su paisaje hace que las letras se aceleren en nuestras pupilas y las páginas caigan como hojas de otoño. Desde el principio del libro el lector se sumerge en la historia porque el protagonista, Tomás, podría ser cualquiera de nosotros, un tipo corriente al que se le da la opción de vivir una vida paralela completamente diferente a la que soporta ahora, pero con una peculiaridad: esa vida transcurre en el mundo de los sueños. Ese mundo al que todos tenemos acceso, tan misterioso y atractivo pero tan temido y desconocido.
Un caramelo de fantasía juvenil con un protagonista que ya supera los veinte añitos y está cansado de la monotonía de su día a día. Misterios, enigmas, amor a primera vista y un gran final.