Presión alta

Por Gabriel Giner @esaludcom

La presión arterial es la medición de la fuerza con la que la sangre golpea las paredes de las arterias mientras el corazón bombardea el fluido al resto del cuerpo humano. Cuando esta presión es elevada, en medicina se le conoce como presión alta o hipertensión arterial. Esta condición es de síntomas silentes, razón por la cual resulta muy peligrosa para la salud y es una de las principales causas de infarto al corazón.

La medición diaria de la presión arterial a partir de los 45 años de edad es imprescindible para diagnosticar esta afección a tiempo y prevenir sus consecuencias para el organismo. Asimismo, son muchos los factores que pueden hacer a una persona más propensa a sufrir de presión alta, por lo tanto conviene conocer las causas y síntomas de esta enfermedad para atacarla a tiempo. En este artículo de eSalud te explicamos cuáles son los síntomas de la presión alta, sus complicaciones y tratamiento.

¿Qué es la hipertensión arterial?

La presión alta es uno de los trastornos cardiovasculares más comunes en la población mundial. Para entenderla es preciso explicar que con el paso de los años la sangre aumenta la presión con la que golpea las paredes de las arterias del cuerpo humano, lo cual puede desencadenar una serie de afecciones cardíacas.

La presión arterial se determina según la cantidad de sangre que el corazón expulsa como la estrechez de las arterias de cada persona. Por lo tanto se debe considerar la cantidad de sangre que el corazón bombardea como la resistencia de las arterias para recibir el impacto del fluido. Dicho esto, mientras más sangre expulse el corazón a unas arterias estrechas, mayor será la presión arterial, lo cual se denomina presión alta o hipertensión.

Cuando una persona sufre de presión alta se va produciendo en su cuerpo un daño progresivo a los vasos sanguíneos y al corazón que permite diagnosticar la enfermedad a través de ciertas pruebas pertinentes que mencionaremos más adelante. Además, es necesario mencionar que la presión alta es la causa de la mayoría de complicaciones cardiovasculares y una vez que es diagnosticada puede que tenga muchos años afectando a una persona sin saberlo.

Afortunadamente esta condición es controlable y si el paciente sigue al pie de la letra las instrucciones médicas puede tener un excelente pronóstico de salud a lo largo del tiempo. Antes de explicar los síntomas de la presión alta, conozcamos más a fondo esta condición y los factores que aumentan el riesgo de padecerla.  

Tipos de presión alta

Existen dos tipos de hipertensión que explicaremos por separado a continuación:

Presión alta primaria

Como su nombre infiere, se trata de la fase inicial de la hipertensión donde resulta difícil obtener un diagnóstico por la simplicidad o carencia de sus síntomas. Este tipo de afección se desarrolla de forma progresiva y silenciosa, al punto que su diagnóstico es realmente una sorpresa para el paciente. La mayoría de personas diagnosticadas con hipertensión en esta fase se enteran debido a la realización de exámenes rutinarios o por causas secundarias y no asociadas al corazón.  Este es el tipo más común de presión alta y por lo general se hace evidente años después de su inicio.

Presión alta secundaria

No son pocas las personas diagnosticadas con hipertensión arterial a causa de otras enfermedades, en estos casos hablamos de presión alta secundaria. En estos casos los síntomas aparecen de forma significativa y repentina, y los niveles de la presión tienden a ser mucho más elevados que en una persona con hipertensión primaria. Los medicamentos y condiciones que pueden desencadenar este tipo de afección cardíaca son:

  • Apnea del sueño
  • Tumores suprarrenales
  • Enfermedad renal
  • Funcionamiento deficiente de la glándula tiroides
  • Defectos congénitos en los vasos sanguíneos
  • Consumo irresponsable de bebidas alcohólicas
  • Consumo de drogas y estupefacientes como la cocaína y las anfetaminas
  • Medicamentos tales como, pastillas anticonceptivas, analgésicos para el dolor, fármacos con receta, descongestionantes de las vías respiratorias superiores e inferiores y algunos antigripales.

Factores de riesgo de la presión alta


Los hábitos que una persona sostenga durante su vida, así como como la herencia familiar, pueden hacerla más o menos propensa a sufrir hipertensión arterial, veamos:

Antecedentes familiares

Se ha comprobado que la presencia de presión alta en padres y abuelos hace a una persona más propensa a sufrir esta afección. La presión arterial elevada puede ser hereditaria.

Edad

Si bien esta afección puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, el sexo masculino es más propenso a sufrirla a partir de los 45 años y el femenino a partir de los 65, al menos que la afección se causada por el embarazo.

Raza

La presión alta es más común en aquellas personas de raza negra que de raza blanca. De hecho, problemas cardiovasculares como infarto o derrames cerebrales afectan más a la raza negra que a la blanca.

Sobrepeso

La obesidad es una enfermedad crónica, no un problema estético. Mientras mayor sea el peso corporal de una persona, mayor será la cantidad de oxígeno y nutrientes que esta necesite en su organismo. Por lo tanto, mientras más sangre se necesite para oxigenar y mantener saludable al cuerpo humano, mayor será la presión sanguínea.

Sedentarismo

La actividad física promueve el esfuerzo saludable del corazón y permite que la frecuencia cardíaca de una persona sea estable. Cuando una persona mantiene un estilo de vida sedentario s frecuencia cardíaca aumenta, se agota con el mínimo esfuerzo y más debe trabajar el corazón para funcionar correctamente. Esta sobrecarga cardíaca aumenta la presión de la sangre en las arterias.

Consumo de tabaco

El hábito de fumar no solo afecta a los pulmones, de hecho, es una de las principales causas de infarto en el corazón e hipertensión. ¿Por qué? El tabaco no solo tiene el poder de aumentar de forma inmediata la presión arterial, sino que debilita las paredes de las arterias y las estrechas. Además, el tabaco compromete la correcta oxigenación del organismo.  

Alimentación rica en sal

Para nadie es secreto que quien sufre del corazón debe mantener un consumo de sal muy restringido. El exceso de sodio en el organismo estimula la retención de líquido, condición que altera la presión sanguínea de forma inmediata.

¿Te falta potasio o vitamina D?

El potasio es la sustancia responsable de regular en el cuerpo humano la concentración de sodio, por lo tanto, si no l consumes con regularidad, retienes sal y líquido. Como explicamos anteriormente, la retención de líquido aumenta de forma significativa la presión arterial. La falta de vitamina D puede afectar la función renal y desencadenar una hipertensión secundaria.

Bebidas alcohólicas

El consumo diario y sin control de bebidas alcohólicas puede afectar de forma importante la salud del corazón tanto en hombre como en mujeres. Para evitar que esto suceda se recomienda que los hombres adultos no beban más de dos copas diarias si son menores de 65 años. En el caso de las mujeres de cualquier edad y hombres mayores de 65 años lo aconsejable es no beber más de una copa al día. 12 onzas de cerveza, 5 de vino y 1.5 de alcoholes destilados son las medidas equivalentes a una copa de licor.

Estrés, estrés

Sí, quizá lo has leído en muchas partes, pero por algo será, ¿o no? Los eventos de estrés crónico y ansiedad descontrolada afectan el funcionamiento del corazón y aunque se trate de condiciones que pareciera no afectan la salud de forma importante, sí lo hacen. El mal control del estrés y la ansiedad pueden hacer que una persona sufra de presión alta a largo plazo.

¿El embarazo? ¡Claro que influye!

Durante el embarazo es importante que la mujer vigile sus hábitos alimenticios y actividad física para evitar un aumento repentino de la presión arterial por causa del periodo de gestación y los cambios hormonales que este proceso supone. Sufrir de hipertensión durante el embarazo en muchos casos no es reversible y se considera una condición de riesgo tanto para la madre como para el feto.

Síntomas de la presión alta

Ahora que conocemos bastante esta afección, vamos a explicar cuáles son sus síntomas. Eso sí, como te hemos comentado a lo largo de este artículo de eSalud debes saber que la mayoría de las personas no manifiestan sintomatología, sino que es diagnosticada por sorpresa a causa de otros factores. Los síntomas de la hipertensión son:

  • Dolor de cabeza muy fuerte
  • Náuseas y vómitos
  • Aumento de la temperatura corporal, pero sin tener fiebre
  • Sentir calor en las orejas y tenerlas enrojecidas.
  • Confusión
  • Cambios en la visión
  • Dificultad para respirar con normalidad
  • Sangrado nasal

Diagnóstico de la presión alta, ¿cómo saber si eres hipertenso?

Lo primero que debes hacer para saber si estás sufriendo de hipertensión es acudir a un médico si experimentas algunos de los síntomas mencionados anteriormente. Esta condición puede ser muy silente, pero afortunadamente es muy fácil de detectar y, como ya sabes, ¡es controlable! Un diagnóstico a tiempo puede salvarte de sufrir un infarto al corazón o un accidente cerebrovascular.

Una vez que acudas al médico, el galeno preguntará por tu sintomatología y deberá medir tu presión con la ayuda de un tensiómetro. Si la presión está elevada es común que el especialista te pida que la midas a diario durante varios días y a la misma hora, con el objetivo de corroborar que la medición es repetitiva.

Es importante que si a lo largo de tu vida no hayas acostumbrado a medir la tensión le pidas a tu médico que te enseñes y te hagas con un medidor casero. Estos equipos son muy fáciles de usar y dan mediciones tan exactas como los de un médico, así que anota los valores de tu presión en cada medición. Una vez que hayas medido la presión durante una semana deberás regresar al doctor para que evalúe las mediciones y te diga el diagnóstico.

De llegar a tener presión alta en la mayoría de los días es probable que el especialista decida realizar pruebas de colesterol, glicemia, triglicéridos, análisis de orina y electrocardiograma para confirmar la afección. Sin embargo, una persona que mantiene niveles elevados de presión arterial a diario es considerada de una vez hipertensa.

Tratamiento de la presión alta

El propósito del tratamiento de la hipertensión es controlar la presión arterial y mantenerla saludable. Mientras más se controle la presión más saludable estará el corazón. Para llevar esto a cabo el médico recetará una serie de medicamentos que regularán la fuerza con la que bombardea su sangre las paredes de las arterias.

Además, es importante hacer ciertos cambios en el estilo de vida para ayudar al sistema cardíaco a funcionar correctamente y para prevenir el estrechamiento de las arterias. Por esta razón es común que a las personas hipertensas se les recomiende:

  • Realizar actividad física diariamente, al menos 45 minutos diarios.
  • Comer bajo en sal
  • Disminuir el consumo de grasas y alimentos procesados
  • Disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas
  • Eliminar el consumo de drogas y estupefacientes
  • Beber abundante agua todos los días
  • Medir diariamente la tensión
  • Controlar el estrés y la ansiedad
  • Reducir el estrés
  • Mantenerse en su peso ideal
  • Asistir a un nutricionista
  • Visitar anualmente al cardiólogo
  • Dejar el tabaco

Complicaciones de la presión alta y pronóstico

La hipertensión es una condición bastante delicada que si se descuida puede llevar a la persona a la muerte. Mientras menos importancia se le preste a esta enfermedad mayores son sus complicaciones, conócelas continuación:  

Infartos y accidentes cerebrovasculares

El aumento constante de la presión arterial puede causar el engrosamiento de las arterias, enfermedad que se conoce con el nombre de arteriosclerosis. Esta condición es la causa más común de infartos y accidentes cerebrovasculares.

Aneurismas

Cuando la presión arterial sube de forma continua e importante puede afectar los vasos sanguíneos, haciendo que estos se abulten y formen un aneurisma. La presencia de un aneurisma puede ser mortal para el ser humano.

Insuficiencia cardíaca

A medida que pasa el tiempo las personas con hipertensión van teniendo un corazón cada vez más grueso. Mientras más grueso el corazón es más deficiente su funcionamiento y se complica en extremo su trabajo de bombear sangre a todo el cuerpo.