Multimorbilidad se asocia con muchas consecuencias adversas, incluyendo la muerte, incapacidad, institucionalización, un mayor uso de los recursos sanitarios, peor calidad de vida y mayores tasas de efectos adversos del tratamiento o intervenciones. Estrategias integrales para la entrega de atención médica que no son específicos de la enfermedad, así como las intervenciones con objetivo en síndromes geriátricos comunes en los adultos mayores con multimorbilidad, son prometedores para esta población, aunque los mejores enfoques para la toma de decisiones clínicas y manejo de los adultos mayores pluripatológicos siguen sin estar claros.