El subtipo beta del virus, ß-VPH, está muy extendido en la
población general y es el menos patógeno sin embargo, en las personas con epidermodisplasia verruciforme (EV), puede causar
cáncer de piel. En una investigación, publicada en el,Journal
of Experimental Medicine científicos de la Rockefeller
University rastrearon los cambios en un grupo de proteínas que
normalmente protegen las células de la piel de los virus. Los pacientes con EV,
el ß-VPH infecta las células de la piel
conocidas como queratinocitos y provocan su proliferación. Al buscar las causas
genéticas de la enfermedad, el equipo descubrió que se asocia con mutaciones en
un gen humano que codifica la proteína CIB1. Observaron que los individuos con
deficiencia de CIB1 tienen síntomas idénticos a aquellos con mutaciones a EVER1
o EVER2, dos genes vinculados previamente a EV. Los investigadores también
notaron que los pacientes con mutaciones EVER1 o EVER2 tienen niveles muy bajos
de CIB1, lo que sugiere que las tres proteínas interactúan. Los científicos
concluyeron que EVER1, EVER2 y CIB1 forman una unidad de proteína que, cuando
funciona correctamente, protege los queratinocitos de los ß-VPH. Sin embargo,
si cualquier parte de esta unidad se ve comprometida, los virus pueden
replicarse y conducir a transformaciones patológicas de las células de la piel.