Ya hace tiempo que es uno de los productos en los que más invierto. Antes alternaba una más económica y otra más cara pero al final estaba deseando volver a la buena así que suelo usar una de precio medio que sea bastante cubriente.
Con ello no quiero decir que las de low-cost no vayan bien y cubran; de hecho tengo varias bases de precio bajo pero al final es como tengas la cara: si tienes el poro abierto como yo y reflejas cansancio, unos buenos cosméticos pueden hacerte milagros; la que luce estupenda, lo seguirá estando con una base low-cost que con una cara.
Cómo escoger una buena base de maquillaje:
- debes probar un tono que se parezca a tu piel. Solemos cambiar de base de maquillaje en invierno y verano, evidentemente, no tenemos el mismo tono ya que en verano estamos más morenas. Utilizar una base más oscura en verano posiblemente no te quedará mal pero en invierno si te pasas producirá un efecto poco saludable.
- escoge el formato que mejor se adapte a tus necesidades: líquido, barra o stick, formato polvo o spray y según sea tu piel seca o grasa, con imperfecciones o con arrugas. Para mi piel mixta los formatos en stick, que son muy prácticos, me dejan la piel grasa y los polvos me dan un acabado un artificial.
- es recomendable probar la base antes de comprarla a poder ser en tienda y luego salir a la calle para ver el resultado. Lo de probar un poco en la mano o la muñeca no me convence y más teniendo en cuenta lo que valen algunas bases de maquillaje.
Hasta ahora estaba usando la base Repair Laser Focus All-Smoth Makeup SPF15 de Clinique Shade 03 y en una reciente visita a Mac adquirí Matchmaster Foundation SPF15 tono 2.0.
- Si tienes la piel mixta como en mi caso, una hidratante que regule los brillos y una buena prebase, harán que el maquillaje te dure más y luzcas mejor aspecto. En Mac me probaron la Oil Control Lotion (loción matificante y reafirmante) y la Prep Prime Skin (prebase antibrillos que prepara la piel).
Mi experiencia:
La base Matchmaster Foundation de Mac es semi-mate y no reseca la piel como otras bases destinadas a pieles grasas que dejan la cara como tirante, muy artificial y marcando en exceso las líneas de expresión. Con el uso de una prebase no me aparecen brillos a lo largo del día.
Los pigmentos translúcidos que lleva permiten que el color se adapte a mi pigmentación y pese a las 14 tonalidades, me recomendaron el tercer tono empezando por los claros (el número 2) y aunque al principio me pareció muy claro para mi piel, una vez puesto se adapta a mi tono perfectamente.
La textura es fluida y jugosa, deja la piel sin necesidad de retoque a lo largo del día. Con poca cantidad basta: su formato la hace de fácil aplicación ya que se presenta en un frasco de vidrio con dosificador. No marca las líneas de expresión ni produce el efecto cara-cartón, el acabado es natural y de cobertura media. La cantidad es de 35 ml y el precio de 33 euros.
Por último recordaros la importancia de unos buenos pinceles y brochas para aplicar no sólo la base sino también el corrector, la sombra y el pintalabios.
Con esta base he empezado a usar la mofeta 187 de Mac. Está compuesta de fibras naturales (negras) y sintéticas ( las blancas del extremo). Sirve para aplicar el producto de forma general en toda la cara; para zonas como el contorno del ojo deberéis utilizar otra más pequeñita. Podéis aplicar el producto directamente encima de la brocha y realizar unos toques en frente nariz y barbilla y luego ir trazando círculos alrededor de los ojos y por el resto de la cara hasta maquillar todo el rostro.
Y vosotras, ¿creéis que vale la pena invertir en una buena base? ¿Conocíais esta base de Mac?