Los anteriores son rasgos por los que se determina que alguien tiene Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Antes de aplicarte el diagnóstico sigue leyendo. Todos esos síntomas los padecían muy pocas personas hace 30 ó 40 años. Hoy en día es la mayoría de personas quienes muestran todos o la mayoría de ellos y eso sin mencionar a los niños, que cada vez más van siendo etiquetados así.
Dejemos un par de cosas claras. Nuestra atención está bandeando todo el día de una cosa o tarea a otra. En el trabajo nos entran correos, nos llaman por teléfono, nos habla un compañero, y si además tenemos un Smartphone lo más probable es que miremos de vez en cuando Facebook, Twitter, Whatsapp, etc. por lo que estamos expuestos a muchos estímulos simultáneos.Cuando miramos el correo electrónico siempre encontramos algo que nos engancha, bien un correo contando un cotilleo, o algún amigo o conocido que nos cuenta algo, o las noticias, o lo que sea, pero al encontrar algo que capta nuestra atención el mecanismo de recompensa del cerebro se activa. Y cada vez que abrimos el correo se vuelve a activar, hasta que llega un momento en el que abrimos el correo cuando estamos cansados o estresados, sólo para obtener la recompensa que esperamos, y que adelantamos que vamos a obtener, con lo que seguimos reforzando, cada vez más, el mecanismo de distracción.La atención, como la concentración, cambian con el entrenamiento. La meditación, por ejemplo es una forma de entrenar la atención, de entrenarnos en que cuando aparezca un pensamiento lo dejamos pasar y volvemos a fijarnos en la respiración o en lo que consista la meditación. Y se hace una y otra vez. Por eso las personas que meditan suelen tener mayor capacidad de atención y concentración.Esto quiere decir, y todos sabemos que es cierto, que la atención se entrena, como se entrena al cerebro en hacer cualquier otra tarea y con la práctica y la repetición cambiamos cualquier tipo de comportamiento. ¿Pero qué pasa cuando en lugar de entrenar nuestra atención la desentrenamos?Cuando tenemos muchos estímulos a la vez: tele, teléfono, correo, etc., entrenamos a nuestra atención para que se distraiga, para que deje de prestar atención, porque aparece un estímulo que nos parece más interesante. Pasado un tiempo nuestro cerebro determinará que las distracciones son agradables, y les dará prioridad, y que lo que estuviéramos haciendo (un informe, una reunión, tomar un café con un amigo,…) no lo es, por lo que no mantendremos nuestra atención.Esa es la razón por la que las compañías que crean videojuegos contratan a neurocientíficos, para estar activando la respuesta de orientación y de recompensa del cerebro, y dar múltiples distracciones que mantengan nuestra atención concentrada en el videojuego durante el máximo tiempo posible. ¿Sabías que el público mayoritario de videojuegos era hasta hace unos diez años de hasta 18 años y ahora se ha ampliado hasta pasados los treinta? Está claro que es un mercado mucho mayor, y además con mayor poder adquisitivo.Al mismo tiempo los niños tienen mayores problemas de atención y concentración, cada vez más.Hace años me dí cuenta de cómo el hecho de hacer varias cosas a la vez, lo que se denomina multitarea, hacía que mi atención a cada una de las cosas que hacía fuera más superficial. De hecho siempre había hecho varias cosas al mismo tiempo, pero no tantas a la vez, y con el aumento del número de estímulos me dí cuenta del efecto negativo que tenía sobre mi productividad. Empecé entonces a hacer una sola tarea por vez. Por supuesto a veces cuando estoy haciendo una tarea me viene una idea de algo que quiero hacer o mejorar, y ahora lo que hago es tomar nota en un lugar visible, un post it o algo parecido, y cuando termino la tarea entre manos determino cuándo voy a querer hacerlo, y bien me lo anoto en la agenda con algún recordatorio, o bien lo anoto en una lista de cosas no urgentes o importantes para cuando tengo tiempo libre y no sé qué hacer, y tengo, por ejemplo tentaciones de leer las noticias.Esta nueva forma de hacer mis tareas me ha servido para aumentar mi productividad de forma significativa, entre un 30 y un 50%. Al mismo tiempo me ha permitido aumentar de nuevo mi capacidad de atención, que había disminuido. De hecho hoy en día ni siquiera leo un libro cuando veo la televisión, algo que siempre había hecho, sino que elijo si quiero leer o ver la televisión. Y disfruto mucho más tanto del libro como de la tele cuando lo hago. Igual con navegar por internet, salvo que tenga que enviar algún correo importante, o terminar trabajo pendiente que sea importante y mi marido esté viendo en la tele algo que no me interesa especialmente y que voy a terminar rápido.En definitiva.¿Qué hacer si tu atención no es lo que era y notas que no puedes concentrarte como antes?1. Poner toda tu atención en lo que estás haciendo. Al principio costará un poco, se trata de que cuando te des cuenta de que te has distraído no te enfades, sino que te alegres de haberlo visto y vuelvas a poner toda tu atención en la tarea.2. Intentar minimizar las interrupciones. Ve a un sitio aislado, o desconecta el móvil, no mires el correo,…3. No hacer más de una tarea a la vez. 4. Practicar las anteriores recomendaciones una y otra vez mientras nuestra atención se reentrena y empieza a aumentar.Te alegrará saber que varios estudios han demostrado que hacer las tareas de una en una prescindiendo de la multitarea incrementa la productividad y la sensación de satisfacción a partes iguales.Me gustaría que me contaras cómo te ha ido después de seguir estas recomendaciones.Sobre CreenciasPatrones de ConductaHazlo lo Mejor que Puedas