Las prisas, el estrés, dla falta de tiempo o simplemente comer inecuadamente puede generar una cadena de problemas en el tracto digestivo que a veces acaba desembocando en molestias nada agradables. Por ejemplo: ¿Cuántos de vosotros ha sentido alguna vez un ardor que comienza en la boca del estómago y puede llegar a extenderse a todo el sistema digestivo ?
Si habéis respondido afirmativamente, quizá vuestro problema es debido a la acidez estomacal , un trastorno que sufre una de diez personas por lo menos una vez al mes. No se trata de un problema grave, pero sí que es muy molesto (lo sé porque yo misma lo he sufrido varias veces).
También suele darse durante el embarazo (sobre todo en el primer y tercer trimestre, cuando el estómago queda desplazado por el espacio que ocupa el bebé en el útero de la madre), o bien en las personas que sufren hernia de hiato o cuando hay reflujo gastroesofágico.
La acidez de estómago se caracteriza por una sensación de ardor muy desagradable, (como si el estómago tuviese fuego en su interior) que a veces puede abarcar hasta la zona del pecho y/o bajo el cuello pudiendo llegar a regurgitar algo de comida con un desagradable sabor ácido.
Si el problema de acidez solo surge de una manera puntual y está relacionada con una comida abundante o por haber comido demasiado rápido o por haber ingerido algún alimento que nos ha sentado mal, no tenemos por qué preocuparnos mucho. Podemos pedir consejo a un médico o farmacéutico para que nos de algún antiácido de acción puntual (ya sea en fitoterapia o medicamento). Pero eso no es todo:
Lo más preocupante es cuando el ardor persiste. En ese caso, siempre debe acudirse a un médico o especialista para que realice algunas pruebas médicas (normalmente una endoscopia y/o biopsia de los tejidos de la zona) para descarte alguna patología o averigüe la causa del problema.
Los alimentos más indicados son las ensaladas, verduras (evitando las crucíferas) con patata hervida o al vapor, frutas no ácidas, entre las que cabe destacar la papaya y el plátano muy maduro, kéfir en pequeñas cantidades (suele ser mano de santo) y almendras crudas.
Como puntualización, se debe evitar consumir las frutas y verduras en una misma comida ya que pueden producir acidez de estómago.
También debe moderarse el consumo de alimentos demasiado salados (evitando la sal en general), así tampoco son aconsejables los demasiado dulces (el azúcar blanco o simple no es muy "amigo" del estómago ni de la salud en general).
Otros alimentos a evitar son el ajo, la cebolla cruda, los embutidos, la leche, pimienta y especias muy picantes, pan blanco y derivados (pizzas, pasteles, bollería), algunas salsas demasiado grasas o condimentadas y el vinagre.
Se debe procurar cenar unas dos horas antes de ir a dormir y evitar tumbarse después de las comidas.
No se deben vestir prendas demasiado ajustadas, que opriman el estómago o los intestinos.
Es aconsejable seguir alguna técnica contra el estrés, ya que éste también puede ser el causante de un aumento de la secreción ácida del estómago dando paso al ardor estomacal.
Otras recomendaciones clásicas serían: no fumar, evitar el café, el alcohol y tomar alguna infusión para aliviar momentáneamente el ardor ( manzanilla, regaliz, cola de caballo o dolomita).
¿Y vosotros? ¿Habíais sufrido alguna vez de acidez estomacal? ¿Ha sido por alguna de las causas mencionadas en este post? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!