El nombre Kristeller se debe al ginecólogo alemán Samuel Kristeller, quien hizo un estudio descriptivo sobre un método de nacimiento rápido y efectivo a mediados sel siglo XIX.
La “maniobra de Kristeller” es un proceso que ayuda a salir al bebé de una forma rápida a través del canal vaginal, durante la fase de expulsión o de puje maternal. Este proceso de parto se ha vuelto habitual utilizándose en clínicas y hospitales al rededor del mundo.
Consiste en que el ginecólogo utiliza sus puños o el antebrazo para empujar la parte superior del útero coincidiendo con la contracción y el pujo de la madre. Esta técnica debe se realizarse de una forma muy controlada ya que debe de ser en el momento de la contracción uterina para ayudar a nacer al bebé en la última parte del parto.
Esta técnica se ha utilizado con mucha cautela y sólo en circunstancias extremas, tales como:
- Cuando el expulsivo por vía vaginal es muy prolongado, y por lo tanto, presenta riesgo para la madre y el bebé.
- Cuando es bebé está en la posición correcta, pero es muy grande.
- Cuando la madre está muy cansada y sin fuerzas para pujar debido a la anestesia epidural.
Esta maniobra solamente la debe de realizar un ginecólogo profesional para no causar daños. Aunque la OMS (organización mundial de la salud) opina lo siguiente:
“Es una práctica poco segura y no recomendada. Incluso, la considera anticuada y algo riesgosa, ya que una maniobra mal hecha podría provocar graves problemas como el desprendimiento de la placenta, y ruptura uterina, o bien, fracturas en el bebé”