Normalmente prefiero hablar solo de las cosas que me gustan para mantener mi blog positivo, pero admito que cuando voy a comprar algo, me gusta leer opiniones tanto positivas como negativas para poder tener una valoración real antes de tomar una decisión.
Este va a ser un post de esos de mucha información (TMI) pero estamos entre chicas y todas pasamos por esto ;).
Hace meses empecé a escuchar de la copa menstrual, en nada de tiempo la empecé a ver por todos lados y pensé que quizás era lo que necesitaba. Ese momento del mes suele ser muy incómodo para mi, porque los tampones me molestan (no porque sean incómodos sino por la frecuencia con la que tengo que cambiarlos) y las toallas me dan asco. Decidí investigar un poco más y hasta hoy, no había encontrado un solo comentario negativo. Justo ahora que por fin me decidí a escribir este post, quise buscar una vez más y encontré esto. A mi me dio mucha risa porque me sentí identificada en algunas ocasiones pero creo que a la vez me expongo a los malos comentarios por hablar mal de algo que le ha gustado a tantas chicas.
De igual forma quiero contar mi experiencia. Si escribes copa menstrual en google, básicamente todo lo que vas a leer es: "es muy cómoda", "no se nota nada", "es ecológica", "ahorras mucho dinero", y un largo etc. Lo único medio negativo que te encontrarás es que al principio se hace un poquito difícil sacarlo pero en cuanto te acostumbras, es una maravilla. Y pensé, con eso puedo vivir.
Tenía en mente comprar la súper popular copa MeLuna, porque me llamaba mucho la atención la cantidad de tamaños, formas y colores que tienen. Pero comprarla por internet no me apetecía mucho, así que al final terminé yendo a la farmacia, y 27€ menos después, salí con una Lily Cup.
Para que la copa menstrual te proteja tiene que abrirse dentro y crearse un vacío para que no se escape nada durante el día. Si la pones bien puedes tenerla puesta hasta por 12 horas sin tener que vaciarla, lo que me parece perfecto porque te la pones por la mañana y no la tienes que vaciar hasta que llegas a casa por la tarde. Pero por supuesto no podía ser tan sencillo.
Así que vamos con el siguiente paso, ¿cómo te puedes asegurar de que se crea el vacío? - Gira la copa de izquierda a derecha. - Mueve la copa hacia los lados, arriba y abajo. - Recorre la base de la copa con el dedo para confirmar que esté abierta. - Tira con suavidad hacia abajo. Si no se mueve, el vacío se ha formado.
Sencillo ¿no? Para nada, de hecho para mi fue toda una odisea. Lo primero que tengo que decir es que no la compré ayer, llevo ya varios meses probándola así que tengo una opinión formada ya, a base de experiencia, y a día de hoy, sigue siendo una tortura.
Todos esos pasos anteriores suponen meterte al menos dos dedos para ir tocando toda la copa y asegurarte de que está abierta, en mi caso nunca estaba abierta. Girarla y moverla para todos lados significaba que se movía de lugar. Tienes que armarte de mucha paciencia y tener la certeza de que a menos que le pilles el truco te puede llevar al menos unos 15 minutos todo el proceso hasta que esté bien puesta (eso siendo optimistas). Esa fue la primera desventaja y probablemente el mayor motivo por el que abandono. No tengo tanta paciencia.
Las pocas veces que logré ponerla, si, logré pasar una jornada de trabajo entera y volver a casa sin tener pérdidas ni nada desagradable en ese aspecto. Pero, continuando con el tema de moverla para todos lados hasta que se abriera, esto supuso, en todas las ocasiones, que se bajaba un poco por lo que se hacía muy incómoda, se siente como si estuviera casi afuera y aunque se haya creado el vacío cuando camino me siento como si se fuera a salir. Te preguntarás por que no la introduzco un poco más. Después de que se crea el vacío es imposible moverla a menos que sea para sacarla. Ese tema viene pronto.
Otra de las grandes desventajas que yo noté, pero que no le he leído a nadie, es que me parece que me hace mucha presión en la vejiga, lo que significa que me dan ganas de ir al baño con más frecuencia de lo normal. El problema es que no se trata de ir y ya está, sino que cuando voy siento como si la copa hiciera de barrera, por lo tanto salgo sin haber terminado y a su vez me paso todo el día con el malestar.
Por último, retirarla. Probablemente yo sea muy torpe para esto. Es cierto que la primera vez me costó muchísimo, sin embargo me armé de paciencia y lo logré, después de la primera ya todas las demás se hicieron muy sencillas. Pero, creo que todos los párrafos de este post llevan un pero, cada vez que me toca retirarla, intento buscar el tallo, que como mencioné antes siempre sobresale un poco y termino pellizcándome la piel. Me ha pasado todas las veces. Esto ya seguro es cosa mía.
Estoy de acuerdo en la mayoría de ventajas que mencionan, dura muchísimo tiempo, es ecológico y ahorras mucho dinero. Pero esto solo es ventaja si logras ponértelo bien a la primera y realmente no lo notas. Yo he decidido volver con los tampones.
¿Tú que opinas? ¿La has probado? ¿Te ha funcionado?