Memoria y Edad han sido desde los principios de las sociedades dos términos íntimamente relacionados. Hablar de olvidos, fallos de memoria o dificultad para aprender cosas nuevas era, hasta hace poco, hablar de vejez.
Estos dos conceptos tan estrechamente vinculados han marcado, hasta hace solo unas décadas, la justificación en la "no actuación" ante las quejas de falta de memoria expresadas en la consulta por parte de las personas mayores.
Sin embargo, hoy se reconoce que la pérdida de memoria es un proceso en el que intervienen numerosos factores, y que sobre alguno de ellos se puede intervenir favoreciendo la estimulación y el mantenimiento cognitivo. La presente obra reúne una serie de fundamentos y estrategias metodológicas que, en forma de "Programa para la prevención y tratamiento de problemas de memoria en personas mayores", pretende servir de apoyo a los profesionales que están desarrollando talleres de salud en este campo.
José Ignacio Echániz Salgado
CONSEJERO DE SANIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Introducción
Si los olvidos y problemas de memoria fuesen exclusivamente resultado del proceso del envejecimiento, ante las siguientes cuestiones ¿qué responderíamos?
• ¿Por qué 2 personas mayores, con la misma edad y nivel cultural pueden presentar un funcionamiento mnésico diferente?• ¿Cómo es posible que personas de muy avanzada edad sigan desarrollando sus trabajos de forma impecable? (Actores y actrices, escritores, políticos, profesores de universidad, etc...)• ¿Por qué cuando una persona mayor con quejas de memoria realiza un programa de intervención, mejora de forma objetiva y subjetiva el funcionamiento cognitivo?Resulta evidente que la edad es un factor importante a tener en cuenta en los fallos de memoria, sin embargo está comprobado cómo otra serie de variables personales y ambientales, tienen un peso específico tan impor- tante o incluso mayor.Factores ambientales como la jubilación, la disminución de estimulación cognitiva por menores exigencias del medio o por falta de costumbre, el uso de herramientas como la calculadora, la memoria en los teléfonos, agendas y relojes con alarma, el estrés, la ansiedad y la depresión son también, factores muy presentes en personas mayores que dificultan un funcionamiento mnésico satisfactorio.Nuestro nivel de exigencia, es decir, cómo vivimos un olvido o la causa a la que atribuimos un fallo de memoria, influye en la percepción del funcionamiento de nuestra memoria.Publicidad
Extracto:
LA MEMORIA
Mens sana in corpore sano, alude también a la necesidad de tener un buen estado físico (ausencia de enfermedad, ejercicio, alimentación equi- librada y adapta a la edad, etc...)
Si nos fijamos en las variables o factores mencionados hasta el momento, podemos percibir como todas ellas son susceptibles de modificar y, por tanto de mejorar el funcionamiento mnésico de una persona mayor. Éste es, desde una perspectiva ambiental, social, emocional, conductual y cognitiva, el fundamento teórico del programa que aquí presentamos.
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