La cúrcuma es una especia India y suele estar dentro de los componentes del curry, pero es la especia con más propiedades medicinales del mundo en una cocina equilibrada. Pertenece a la familia de las zingiberáceas y es una especie herbácea, vivaz y rizomatosa. Sus hojas son anchas, ovales o lanceoladas y su color es un verde claro. Sus flores nacen de las axilas de las espigas cilíndricas y cóncavas de las que disponen las plantas, y su floración se produce más bien en verano, porque es una planta de calor.
Entre las propiedades de la cúrcuma, que no son pocas está la de aliviar los dolores, por su efecto antiinflamatorio. También calma el dolor y favorece la eliminación de toxinas que produce la artritis.- Lucha contra la formación de coágulos de sangre, mejorando la circulación de la sangre y la prevención de padecer arterosclerosis.- Favorece al hígado, por su protección contra las toxinas, y disminuye el colesterol, además ayuda a que la bilis sea más fluida y en algunos casos lucha contra la hepatitis.- Reduce los niveles de glucosa en los diabéticos.- Es recomendado en inflamaciones de la boca, haciendo enjuagues con el polvo de la especia.- Favorece la eliminación de sustancias cancerosas, ayudando a nuestro organismo a elaborar anticancerígenos. Es un buen antioxidante, porque su activo es superior a la vitamina E.- Tiene efecto expectorante, por lo que es bueno tenerla en una cocina sana para poderla usar en resfriados, gripes, o incluso asma.- Ayuda a tratar problemas digestivos como puede ser una digestión lenta, falta de apetito, gases y exceso o falta de ácidos gástricos.
Las propiedades de la cúrcuma la hacen también buen para la piel, aplicada de forma externa ayuda con la dermatitis, psoriasis u hongos.