Los albaricoques amarillentos o anaranjados de nuestra cocina sana anuncian la llegada del verano y debajo de su piel aterciopelada esta su pulpa carnosa. Su nombre científico es Prunus arménica.Las propiedades de los albaricoques para la salud son múltiples, sus nutrientes protegen ante todo el corazón, la piel, los ojos y el sistema respiratorio. Entre las propiedades del albaricoque destaca el betacaroteno o provitamina A, con una alta actividad antioxidante, seguida de la vitamina C y el potasio. Las dos vitaminas apoyan al sistema inmunitario en su lucha contra la acción de los radicales libres, que son perjudiciales para nuestra salud. Además estas vitaminas contribuyen a la salud en general, evitando su envejecimiento prematuro, las enfermedades cardiacas y el cáncer.Es recomendable para el tratamiento de la anemia ferropénica, pero no por su contenido en hierro, ya que este es bastante bajo, es por su combinación de nutrientes que produce efecto beneficioso como el hierro. Para contraatacar a esta deficiencia de hierro, deberemos comer cinco albaricoques en nuestra cocina sana, durante por lo menos 10 días, para beneficiarnos de su efecto positivo en la anemia.