El bicarbonato sódico o bicarbonato de sodio es un remedio que se suele utilizar en la acidez o ardor de estómago, aunque existen muchos otros usos, ya que además se suele añadir a los pasteles y postres. Es un componente sólido blanco cristalino que se disuelve muy fácilmente en el agua, y cuyo precio es económico, ya que un bote puede costar entre 35 céntimos y 1 euro o algo más.
Como hemos dicho, el bicarbonato sódico se utiliza principalmente en la repostería para la elaboración de postres para dar mayor sabor y volumen. Se utiliza también para la acidez o ardor de estómago. Neutraliza los ácidos fuertes, por eso ayuda en este caso.
Entre las otras propiedades del bicarbonato sódico, se utiliza para el olor de pies y axilas, para lavar los dientes reduciendo la placa dental, el mal aliento y las llagas en la boca. Además, es un buen remedio para las picaduras de los mosquitos o incluso los daños de quemaduras del sol o irritación al afeitarse. El bicarbonato de sodio es bueno para la caspa y para otros remedios caseros naturales de todo tipo, incluso para la ropa o los muebles.
En muchas ocasiones, al bicarbonato de sodio hay que añadirle otros componentes para mejorar su efecto, pero resulta un complemento imprescindible en cualquier casa y que se debe tener a mano en todo momento. Las grandes ventajas que tiene, además de todas sus propiedades, es que es un remedio natural, no tóxico, muy económico y eficiente con propiedades para la belleza, para la salud, para la creación de productos de limpieza, etc.