El cardo mariano es una hierba que tiene propiedades medicinales entre las que destacan sus propiedades para combatir la presión sanguínea baja en personas que suelen ser propensas a ella.
También es bueno el cardo mariano para proteger el hígado y la vesícula, sobre todo en enfermedades como cirrosis, insuficiencia hepática, hepatitis, etc, ya que regenera las células hepáticas enfermas eliminando también las impurezas de la sangre contaminada. Fortalece y limpia el hígado, aunque también la vesícula. Existe la tradición de que la virgen María tiñó sus hojas de blanco cuando amamantaba al niño Jesús.
El cardo mariano ayuda en la digestión de las grasas dificultando su entrada en las células hepáticas. Estimula la secreción de la bilis y es por eso que se recomienda para piedras en la vesícula o digestiones lentas. También es bueno para migrañas y dolores de cabeza relacionados con daños hepáticos.
Unas propiedades del cardo mariano interesantes y curiosas responden a su utilidad en caso de envenenamiento con setas y también que es muy útil en tratamientos contra el sida sobre todo para proteger de daños hepáticos. También es bueno en caso de un organismo que se siente afectado por la contaminación química.
Se puede tomar el cardo mariano como infusión durante 15 minutos en agua o como tintura. Es una planta comestible, por lo que se puede comer en ensaladas. Además, existen suplementos que se pueden tomar. Se pueden comprar entonces como hierba, en cápsulas, comprimidos y forma de líquido, aunque quizá la más conocida es la que da lugar a las infusiones o té de cardo mariano.