Propiedades del hipérico

Por Sanoyecologico - Revista Vida Natural @SanoyEcologico

Texto: Julián Marcilla

Nombre Botánico: Hypericum perforatum l.
INGLÉS: Saint John’s Wort FRANCÉS: Millepertuis
ALEMÁN: Johanniskraut ITALIANO: Iperico
PORTUGUÉS: Herba de San Xoán
FAMILIA: Gutíferas
PARTES UTILIZADAS: Se utilizan las sumidades floridas.

DESCRIPCIÓN
Planta vivaz, perenne que alcanza los dos palmos de altura. Tallo principal erguido y rígido. Hojas opuestas con forma alargada y elíptica, con numerosos puntos translúcidos, como si estuviesen perforadas cuando se miran a contraluz, lo que les otorga su nombre científico de perforatum. Las flores se agrupan en ramilletes terminales en forma de panícula. Son de color amarillo de oro, con cinco pétalos y puntitos negros en los bordes de estos. Los estambres son numerosos y el pistilo remata en tres estilos muy bien individualizados. Florece a partir de mayo, según las zonas, encontrándola en plena floración entre San Juan y San Pedro. De ahí su nombre común en muchas zonas: Hierba de San Juan. Cápsula con tres cuernos, ovoide y con semillas oscuras.

HÁBITAT
El hipérico gusta de ribazos frescos, terrenos incultos y prados no excesivamente húmedos. Lo encontramos en todo el planeta, siendo muy común en Europa y América. Crece en toda la península, desde el nivel del mar a las montañas más altas, más escaso a partir de los 1500 metros.

RECOLECCIÓN
Se recoge cuando está en plena floración, normalmente a finales de junio. Se recolectan las sumidades floridas (toda la parte de la flor y la parte alta del tallo con hojas) y se secan a la sombra sobre lonas. También se pueden hacer ramilletes y colgarlos para que estén bien aireados.

COMPONENTES PRINCIPALES
Las hojas y tallos contienen una materia grasa, con alcohol cerílico, fitosterina, dos hidrocarburos cristalizados y sustancias tánicas. En las sumidades floridas una escasa cantidad de aceite esencial (1 gramo por kilogramo de planta aproximadamente) rico en apineno y otros monoterpenos. En el extracto sus principales constituyentes son: la hipericina, la isohipericina y la protohipericina. Según la Farmacopea Europea el extracto seco valorado de hipérico debe contener 0,1-0,3% de hipericinas totales expresadas como hipericina, un mínimo del 6% de flavonoides expresados como rutina. Estudios recientes reportan una actividad importante de otro de sus componentes principales LA HIPERFORINA

PROPIEDADES Y ACCIÓN
Las virtudes atribuidas la hipérico son cuantiosas. En la medicina casera y como uso tradicional se emplea para curar heridas, llagas, quemaduras y ulceraciones como cicatrizante y antibacteriano, debido a su contenido en taninos y aceite esencial. Su acción vulneraria en las heridas, quemaduras y demás traumatismos de la piel se muestra con una actividad antiinflamatoria en los tejidos que rodean a la herida o quemadura, un ligero efecto anestésico local que calma el dolor de forma suave pero persistente, estimulando, además, la regeneración epitelial disminuyendo la tumefacción de la piel y mejorando el aspecto de la zona dañada, amén de recubrir la zona con piel regenerada. En uso interno es la planta con más reputación para tratar los estados depresivos leves y moderados a la vez que actúa contra el decaimiento, mejora la memoria y las facultades cognitivas. Por esta actividad sobre las facultades cerebrales y sus efectos neuroprotectores se encuentran en estudio sus propiedades en el tratamiento del Alzheimer.

Se muestra muy eficaz en los trastornos neurovegetativos asociados al climaterio. En la monografía de ESCOP (European Scientific Cooperative on Phytotherapy) se recogen indicaciones para estados depresivos leves o moderados, trastornos psicosomáticos como insomnio, ansiedad, irritabilidad… basadas en extractos y tinturas. En Alemania el extracto de hipérico es la sustancia más demandada para mejorar los estados depresivos, muy por delante de productos de síntesis como las fluoxetinas (Prozac). Cuando se comenzaron a conocer los estudios realizados y sus propiedades fueron avaladas por datos clínicos se le empezó a denominar como el “PROZAC natural”. Resulta apropiado para una mejora de la depresión de otoño, muy extendida en el inicio de esta estación.

En el British Medical Journal se publica el mayor estudio, realizado en la universidad germana de Giessen, en el que se concluye que el extracto de hipérico es tan eficaz en el tratamiento de la depresión como los antidepresivos convencionales pero sin los efectos secundarios de estos (disfunciones sexuales y de sueño, alteraciones de peso, etc,). No se han encontrado los mismos efectos beneficiosos en la depresión aguda. Es un buen digestivo, a la vez que colagogo y colerético, muy buen remedio para la acidez gástrica, actuando la hipericina como inhibidor de la acidez (MAO). También se le conoce actividad como regulador de la menstruación, afecciones reumáticas, lumbalgia, tonificante y equilibrador del sistema nervioso, antiespasmódico y balsámico. Los extractos de hipérico, estandarizados en hipericina al 3%, se usan para la fibromialgia.

CONTRAINDICACIONES
Incompatible con alimentos y plantas que contengan tiramina, puede ocasionar una subida de la tensión arterial. No debe usarse en personas con trasplantes o con VIH positivo tratados con inhibidores de la proteasa-1, ni con warfarina. Debido a que la hipericina en contacto con el sol es un agente primario de fotosensibilidad, al acumularse en el tejido
subcutáneo y reaccionando con la luz solar puede producir pequeñas lesiones cutáneas; por lo que conviene abandonar el tratamiento con esta planta durante los meses en que sabemos que nos expondremos al sol, por regla general durante el verano. Evitar, en particular, las exposiciones al sol de alta montaña. No altera la capacidad para conducir o
manejar maquinaria. Evitar durante el embarazo y la lactancia.

INTERACCIÓN CON MEDICAMENTOS
En varios estudios se ha constatado la interacción con ciclosporina, tracolimus en uso sistémico, amprenavir, indinavir y otros inhibidores de la proteasa por lo que no deben utilizarse de forma simultánea. Tampoco con inirotecan y warfarina.

No debe utilizarse con medicamentos antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina tipo paroxetina, buspirona o con triptanos porque puede aumentar los efectos serotonigénicos. En las intervenciones quirúrgicas puede haber interacciones con los anestésicos, por lo que se debe interrumpir la ingesta de hipérico en caso de una intervención
programada. Si hemos de establecer una regla general, el uso de esta planta ha de suspenderse si se han de tomar barbitúricos, narcóticos, antidepresivos, quimioterapia. Consultar siempre a un profesional de la salud antes de comenzar tratamientos con esta planta.

MODO DE EMPLEO
Extracto seco: 400-600 mg día. La OMS recomienda hasta 900 mg de extracto fluido, seco o tinturas, estandarizados con un contenido en hipericina total equivalente a 0,2-2,7 mg.
Infusión: 10-20 gr al día en un litro de agua.
El aceite de hipérico se aplica con un algodón sobre la parte dañada por quemaduras o heridas, o masajeando las zonas doloridas por reúma o ciática. Tras la fricción se tapa con una venda para mantener el calor.
Decocción: Poner una cucharada sopera de flores en 200 ml de agua y hervir durante 2 minutos. Filtrar y sin edulcorar beber por la mañana en ayunas, para combatir las lombrices.

UN POCO DE HISTORIA
Existen dos versiones sobre el origen de su nombre. Una se inclina por la procedencia de la voz griega “hypereikon” de hypo (debajo) y ereike (brezo); la otra versión estima su origen a partir de hyper (sobre) y eikon (imagen); es decir, considerando a esta planta “por encima de todo lo imaginable”. Dioscorides (siglo I d.C.) en el libro III, capítulo 165 habla muy elogiosamente de sus propiedades y la describe como «hojas muy parecidas a la ruda y de flor amarilla: la cual frotada entre los dedos, resuda un liquor semejante a la sangre, de do vino a llamarse Androsemo que significa sangre humana. Tiene facultad de mover la orina y, aplicado por baxo, provoca el menstruo. Bebido con vino, extermina las tertianas y las quartanas. Las hojas aplicadas en forma de emplasto, sanan las quemaduras del fuego».

En las Edad Media se quemaba en las casas en las que se creía que se había instalado el diablo, pensando que los demonios odiaban de tal manera el hipérico que no podían resistir la presencia de la planta. Se puede considerar al hipérico como el antibiótico de la Edad Media, por la gran reputación que tuvo en la curación de las heridas de guerra. En el siglo XVI se la conocía como Hierba de las heridas y posteriormente Hierba militar. En los albores del Renacimiento, cuando privaba la teoría de los signos, se quiso ver en sus hojas «perforadas» pero cicatrizadas, sus extraordinarias propiedades vulnerarias.

ACEITE DE HIPÉRICO
(Según el Dioscórides renovado de Pio Font Quer)
“Tómese 100 gr de sumidades recién recolectadas del hipérico, pero ya bien secas; introdúzcanse en una botella de boca ancha, y échese sobre ellas 1 l. de aceite de olivas de la mejor calidad; tápese bien la botella; póngase boca abajo, para asegurarse de su cierre perfecto, y manténgase en esta posición durante cuarenta días y otras tantas noches, a sol y sereno,
removiendo suavemente todos los días la botella, pasados los cuales se pasa el aceite por estameña, se exprime bien y se coloca en botellitas pequeñas, bien tapadas, y en lugar fresco y oscuro. Cada vez que se necesite utilizar el aceite de una botellita, empléese el que sea, y deséchese el que sobra. Esta última recomendación la tomamos del Dr. Leclerc”

UNGÜENTO
(Heridas, contusiones)
Verter 100 gr de hojas de cada una de las siguientes plantas: hipérico, milhojas, caléndula y llantén menor, en medio litro de aceite de oliva purísimo. Cocer este compuesto a fuego lento durante 4 horas. Después dejar enfriar el aceite, filtrarlo, verterlo en una jarra de cristal provista de cierre hermético y conservarlo en un lugar fresco y oscuro. Echar un poco de ungüento en la cavidad de la mano, y practicar ligeros masajes sobre la parte dolorida.