¿Recordáis el post que escribí sobre algunos alimentos recomendados para aumentar las defensas y fortalecer el sistema inmunitario? En él, hablaba sobre la jalea y própoleo, como tonificantes de las funciones de defensa del organismo.
El própoleo es una sustancia resinosa que las abejas obtienen de las plantas y de las yemas de los árboles y que después de una elaboración en la colmena, la utilizan para desinfectarla y mantenerla libre de bacterias, hongos y otros “invasores”. Por eso se conoce como un “antibiótico natural“, usándose desde tiempos ancestrales, como remedio para infecciones, llagas y hasta en algunos casos de estados febriles.
Actualmente, el propóleo es utilizado como remedio natural para:
Aliviar algunos problemas de garganta y boca: en anginas, faringitis, laringitis, aftas bucales.
Tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antiinflamatorias, cicatrizantes y ligeramente analgésicas.
Contribuye a tonificar las funciones de defensa del organismo. Debido a su capacidad para potenciar las defensas inmunitarias del organismo, actúa como inmunoestimulante.
También es usado como cicatrizante, ya que contribuye a acelerar la división celular, activando el tejido de granulación, haciéndolo muy eficaz en la curación de heridas, (además de su función antiinflamatoria, claro).
Tiene propiedades antifúngicas y antiparasitarias. (Actúa en la lucha contra las micosis u hongos de la piel).
Es una excelente fuente natural de antioxidantes, por su alto contenido en flavonoides.
Durante los cambios de estación, (siempre que un especialista de la salud os asesore adecuadamente), se puede tomar propóleo en tintura, polvo, comprimidos, jarabe, (pero, ¡ojo!, mirando bien su procedencia, composición y porcentaje) para prevenir y/o aliviar resfriados, faringitis, tos y demás molestias típicas de los cambios de temperatura.
Otra cosa son los caramelos de própoleo, muy adecuados para aliviar la tos y los problemas simples de garganta. Mis favoritos son los del Manantial de Salud, o los de Juanola con regaliz o con vitaminas y miel.
¿Y vosotros? ¿Conocíais los beneficios del propóleo? ¿Lo habéis utilizado alguna vez?