Propósitos con conocimiento de causa

Por Kheldar @KheldarArainai

Aprovecho el inicio de este texto para desear un feliz cambio de año y mes de enero a todos… Y para tratar de ayudar a que así sea. Entramos en la misma dinámica del cambio de años:

  • Intentos por cambiar hábitos.
  • Intentos por depurar nuestras relaciones.
  • Intentos por establecer y cumplir metas.

Ponte dos Mouros ou de Paradela, Brión – Teo (Photo credit: Wikipedia)

Para tratar de lograr ir más allá del intento y conseguir la realización, tratemos de darle un poco de causa y fundamento al asunto del cambio y el planteamiento de propósitos. Vamos a plantear cinco sencillos pasos y profundizar un poquito en ese planteamiento…

Con ello, esperamos que no tardéis en poder decir qué bella es vuestra vida con orgullo y satisfacción. Adelante, mis valientes.

Primer paso: conoce tu situación actual

Es indispensable antes de cualquier intento por cambiar. Debemos detallar el “punto de partida”, para que podamos observar por nosotros mismos los avances que consigamos. No sirve de nada moverse sin saber desde dónde partes; del mismo modo que no sirve vagar sin rumbo fijo si lo que necesitas es llegar a alguna parte. Por ello…

Vamos a probar a poner en práctica aquel sencillo ejercicio de redactar dos listas:

  • Arco del Triunfo: todo aquello que te beneficia, que es agradable y te potencia.
  • Muro de las Lamentaciones: todo lo que te limita, te oprime y te frena.

Si puedes incluir en esas listas rasgos de tu personalidad, de tu actitud y reacciones frente al trato que compartes con los demás; estarás más cerca de hacerlo profundo y extensivo (más útil así). El objetivo final de estas listas no es solamente el de servir de punto de partida…

También nos sirven para establecer una serie de direcciones hacia las que orientar nuestros esfuerzos y priorizar sobre cuáles actuamos de manera más clara y sencilla.

Segundo paso: vámonos a MARTE

Con esta sencilla palabrita se nos presentan las cinco cualidades básicas con las que debe contar todo objetivo que establezcamos, al fin de facilitar su cumplimiento:

  • Medible.
  • Alcanzable.
  • Retador (en algunos autores, Realista).
  • Temporal.
  • Eficaz (en algunos autores, Específico).

recuerda. (Photo credit: Maria Luisa Pariboni)

Dentro de esta clasificación, me gusta considerar que para que sea eficaz, debe ser ecológico (respetuoso con tu propia naturaleza)… Como así también debe tener en cuenta esa naturaleza para poder ser retador y específico; y efectivamente actuar sobre nosotros.

La idea aquí es, con ayuda de las listas anteriores, establecer una serie de objetivos en distintos plazos de tiempo. Entonces, puedes comprobar si cuentan con estas cualidades; o bien puedes tratar de diseñarlos de acuerdo a las mismas. En este caso concreto el orden de los factores no altera el producto, así que procede como más cómodo te resulte.

Tercer paso: enlaza tus objetivos sinérgicamente

Recuerda que las grandes metas se componen de distintos logros que, actuando unidos, te han llevado a ese gran avance. Para esto, es conveniente establecer una serie de grandes metas (dicho de otro modo, clarificar tus propósitos) que nos ayuden a poner dirección y enfoque a las etapas menores del proceso. Todo esto a fin de aportar el componente básico: acciones.

  • Acciones que enlacen objetivos y ayuden a cumplirlos.
  • Objetivos que enlacen metas y ayuden a alcanzarlas.
  • Metas que enlacen propósitos y ayuden a definirte.
  • Propósitos que sirvan para manifestar tu potencial y realizarte como persona.

Si quieres, puedes tomarlo como contar tu propia historia y hacerlo como más te guste. Puedes interpretarlo al estilo del teatro, narrarlo cual bardo o como los cuentacuentos de ahora… El caso es tener una historia que contar, y que esa historia tenga como único adorno tus emociones, tus pensamientos y tu voluntad para ser aquello que florece en tu alma; si le das tu luz.

Cuarto paso: no intentes controlar y dedícate a fluir

Si bien no es un remedio aplicable a todos; será mucho más factible para ti aplicar la confluencia que la confrontación. Voy a citar a una persona que lo ha dicho bastante claro:

Mientras uno coma mierda pensando que es nutritiva, poco más queda por hacer si alli donde tu siembras confluencia el otro sólo ve confrontación… Porque no admite la confluencia de ninguna de las maneras. Para el resto del mundo si sirve la confluencia, el perdón, la flexibilidad, dejar a un lado el orgullo, ceder, dialogar, no buscar culpables, no preferir competir y salirse con la suya antes que calibrar los beneficios de ceder (por lo menos de vez en cuando). No joderse la vida… En resumen.

multitud… (Photo credit: balhisay)

Las emociones y el tiempo son dos cosas sobre las que no tenemos control alguno, aunque podamos usarlas de distintas maneras… Y vernos afectados también por el uso que hacemos de ello. Estas dos cosas tienen historia entre sí, y tienden a ser muy cercanas la una a la otra.

Para que entendamos un poquito más la relación que tienen… Si te expresas a través de tus emociones, con el tiempo alcanzas mayor comprensión de ti mismo y a veces hasta de los demás, paz interior, bienestar, plenitud y felicidad.

Si incluyes tus pensamientos acerca de esas emociones, con el tiempo has aprendido a comunicarte racionalmente en términos de lo que significa algo para ti… Efectivamente alcanzando una nueva expresión de tu sexualidad: compartir aquello que significa algo para ti.

Y del mismo modo, el tiempo lleva a que las llamas de la emoción se aviven o se apaguen.

Último paso: cultiva una serie de hábitos que te ayude

Por supuesto, esta serie de hábitos puede ser de todo tipo y a gusto personal… Desde una rutina de ejercicio, una alimentación más saludable, prácticas de todo tipo son útiles mientras sirvan al propósito de conocerte y expresarte a ti mismo, y cuidar de tu salud social, emocional, física y mental. Debido a ello, te proponemos una serie de cinco hábitos.

Steve Mayeda llama a esto el “mantenimiento diario”, y yo estoy muy de acuerdo con él. Al principio se hace extraño llevarlo a cabo, pero en apenas nada de tiempo se notan unos beneficios intensos y extensos en la medida que tú profundices:

  • Meditación diaria – sea al principio o al final del día, mientras sirva para ordenar tu pensamiento y enfocarte en aquello que está afectándote o vas a afrontar.
  • Un acto de entrega – para aprender a hacer las cosas sin esperar nada a cambio por ellas.
  • Un acto social – donde al menos una vez al día seas enteramente honesto y abierto con otra persona, sin tratar de obtener nada salvo una charla profunda y con sentido.
  • Un acto sexual – al estilo que hemos mencionado arriba, pudiendo compartir aquello que es importante para nosotros y no únicamente nuestros cuerpos.
  • Un acto de agradecimiento – por aquello que tenemos, que logramos, que somos…

Con esta serie de hábitos sumada a lo que hemos propuesto en los pasos anteriores, deberías ser capaz de acercarte al proceso de redescubrimiento y refinamiento personal que nuestros eventos brindan. En un nivel más individual y atenuado, claro está… Pues el componente del grupo con el cual se comparte dirección y propósitos es una de las mayores fuerza de estos eventos.

El crear relaciones en base a esto, del mismo modo que proponemos que nazcan las relaciones: por poder compartir aquello que te mueve en la vida. Tan sencillo como eso.

Pero la parte buena es que puedes crear esas relaciones por tu cuenta, si eres paciente.

Algunas personas han optado directamente por relacionarse con nosotros -los que pensamos de esta manera- y así han acortado el tiempo entre descubrir personas con este enfoque y poder contactar, conectar y relacionarse con ellas. Yo lo dejo a gusto de cada cual.

En resumidas cuentas…

Para poder lograr tus propósitos del año 2013 y los años anteriores y venideros…

  • Debes tener en cuenta tu situación actual como punto de partida.
  • Debes aprender a elaborar planes a tu medida y tomar decisiones.
  • Debes beneficiarte de las sinergías para ir más allá de las partes.
  • Debes respetar el proceso natural de las cosas que vives y sientes.
  • Debes cultivar hábitos y relaciones que conecten con ello y lo potencien.

Y con todo esto dicho… Ponte en movimiento. Relájate y disfruta del viaje.

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Un abrazo, y vuelve cuando quieras.

Kheldar

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