El cambio de hora del otoño marca un nuevo ritmo en el ánimo de muchas personas. Sin embargo, un aprendizaje de inteligencia emocional muy importante es que no estemos tan condicionados por la época del año en la que nos encontramos y mantengamos la concentración en el presente, como forma de máxima autorrealización. El paso de las estaciones y los ciclos muestra una renovación que puede ser también la metáfora de la propia mente.
Así como las hojas caen de los árboles, el otoño también es una invitación para que caigan de nuestra mente los pensamientos negativos, aquellas ideas caducas que ya no sirven, aquellos sentimientos que te impiden avanzar y pasar página. A modo de inspiración de felicidad, puedes anotar en una página de tu diario, todo aquello que, como si fuese la hoja de un árbol, te gustaría que dejase de formar parte de tu propia esencia.
Este ejercicio es útil y práctico para tomar conciencia de aquellas cosas limitantes que pueden estar siendo un punto de bloqueo.
Que nos encontremos en la recta final de año no es una excusa para convertir estos dos últimos meses en una simple espera hacia la llegada de un nuevo ciclo. Invierte tu tiempo en ilusiones, objetivos realizables que te interesan, momentos compartidos en la agradable compañía de aquellos que quieres y también, en dulces espacios de soledad.
Disfruta de las agradables sensaciones del otoño: puedes elaborar una lista de cuáles son tus diez momentos de otoño preferidos en una semana cualquiera. Este ejercicio te permite poner la atención en esos destellos de felicidad que tiene tu rutina.
Evita quejas sin sentido y repetitivas en esta época del año. Muchas personas se repiten a sí mismas que el hecho de que oscurece antes produce tristeza. Sin embargo, los días más cortos también pueden ser un estímulo para aprovecharlos mejor, además de poder disfrutar de las vistas de la ciudades iluminadas que ofrecen un paisaje igualmente bello.
Cuídate durante este otoño igual que en cualquier otro momento del año: practica ejercicio físico aprovechando las horas de luz natural. Dedica tiempo y cariño a cocinar preparando menús saludables. No solo es importante aquello que comes sino también cómo lo disfrutas. Cuando comes con prisa por motivos de trabajo, olvidas algo muy importante: comer es un placer.
No te adelantes a la celebración de las fiestas de la Navidad (la Navidad comercial y emocional no son paralelas). Como reto de salud emocional te sugiero vivir el día a día. Puede que esta expresión tomada de una forma literal, sea difícil de llevar a cabo en sentido estricto. Sin embargo, sí puedes marcarte el propósito de no concretar planes de ocio para más allá de esta semana. Si utilizas una agenda, te resultará más fácil visualizar tus ocupaciones y tu tiempo.
Durante este otoño y siempre, te invitamos a visitar el blog de 3Contigo Coaching.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras.