Propulsor urbano

Por Marcelogardinetti @marcegardinetti

El proyecto BLOX, sede del Centro Danés de Arquitectura (DAC), conjuga espacios para exposiciones, oficinas y espacios de trabajo, bar, restaurante, librería, y gimnasio, mas veintidós departamentos y un estacionamiento subterráneo público; pero no es la mixtura acrobática de usos lo que define este proyecto; su máximo logro es ‘descubrir’ su propio sitio.

El àrea de Old Brewery se encuentra dividida en dos por uno de los principales anillos de circunvalación de Copenhague. No estaba realmente registrado como un sitio de construcción hasta que el diseño del nuevo DAC lo identificó como tal. A horcajadas sobre la calle, creando conexiones públicas tanto hacia arriba como abajo, BLOX conecta el distrito del parlamento con el frente del puerto y lleva la cultura a la orilla del agua. Un espacio para autos se convierte en un espacio para las personas; un espacio para atravesar se convierte en un espacio para residir.

El puerto interior de Copenhague tiene una larga historia industrial y militar. En tierras recuperadas, el sitio al principio albergaba un grupo de edificios de cervecería que se quemaron en la década de 1960. Desde entonces, el puerto se ha convertido en el hogar de algunos de los íconos arquitectónicos más notables de Dinamarca; una representación lineal de los principios del modernismo danés: monumentalidad, simplicidad y cortesía.


BLOX incorpora un nuevo impulso al crear un encuentro entre los frentes de agua, la plaza de Kierkegaard y la ciudad. Su volumen cuadrado, posicionado directamente a lo largo del puerto, crea una plaza pública protegida de los amarillos edificios tradicionales y un necesario frente para la plaza de la biblioteca existente.

A diferencia de la mayoría de las manzanas de la ciudad de Copenhague, a menudo introvertidas e inaccesibles, el edificio absorbe la vida de la ciudad. Las rutas urbanas a través del edificio conducen a interacciones inesperadas e impredecibles entre el edificio y la ciudad, conectando los diferentes museos, bibliotecas y sitios históricos alrededor de la zona culturalmente rica de Slotsholmen. Un parque lineal a lo largo del puerto fluye por debajo del nivel del agua en todo el largo de la pared del muelle y a través del edificio. El antiguo parque infantil se incorpora como un espacio público con terrazas parcialmente cubierto, que por la noche puede transformarse en un cine al aire libre actuando como una antesala pública.


El exterior del edificio está remarcado por un apilamiento de formas geométricas similares en diferentes disposiciones. Las oficinas están contenidas en un anillo rectangular de fachadas de vidrio sombreadas. Las funciones de la planta baja están ubicadas en volúmenes separados que generan aberturas que forman las entradas públicas y llevan a la ciudad al centro del edificio. Los volúmenes de los departamentos están fragmentados y empotrados para mayor privacidad. Las terrazas ajardinadas rodean la luz central del techo del DAC. Las texturas coloreadas del edificio hacen eco sutilmente de los tonos marinos del puerto, siempre presentes en la luz reflejada del agua.

El DAC, posicionado en el centro, forma en sí mismo el núcleo del Proyecto BLOX, rodeado e integrado con sus objetos de estudio: la vivienda, las oficinas y el estacionamiento. Está organizado como una secuencia vertical de espacios que recorren el edificio, comenzando debajo de la tierra y avanzando hasta el bar con sus vistas hacia todo Copenhague.



Sostenibilidad

Se ha desarrollado una amplia visión sostenible para el proyecto, no solo en términos de los problemas habituales de energía, carbono y recursos, sino que aborda los más amplios impactos sociales y económicos. La evaluación Arup SPeAR® sirvió como una herramienta para analizar el proyecto y registrar el progreso en relación con un conjunto integral de criterios que abarcan aspectos ambientales, sociales y económicos dentro del amplio contexto cultural y geográfico.

Los requerimientos de baja energía para los edificios de Dinamarca, derivados del Acuerdo de Copenhague 2009, exigían un uso de energía operacional mucho más bajo que en otros países. Adaptar el diseño del edificio a estos criterios implicaba replantear sus conceptos de masa y fachada, involucrando modalidades para reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono durante la construcción, así como la investigación de nuevas soluciones para contrarrestar y neutralizar el uso de carbono. El edificio hace uso de la energía renovable en el sitio y consigue la Low Energy Class, con un consumo de energía primaria de menos de 40 kWh / m2 / año.

La comodidad del usuario y la flexibilidad son elementos importantes para la durabilidad de BLOX. El edificio está aislado acústicamente del ruido y las vibraciones del camino con una construcción de alto aislamiento en puente y fachadas. Las fachadas de la oficina están completamente vidriadas para proporcionar una perspectiva generosa y reducir el consumo de energía de iluminación. Se utilizan accesorios de iluminación de mínima energía combinados con luminarias para puestos de trabajo, y tanto la iluminación como el sombreado de la fachada están automatizados mediante el control centralizado de luz del día. El edificio cuenta con una planta de recuperación de calor de alta especificación que utiliza el sistema de calefacción y refrigeración del distrito de Copenhague, basado en el enfriamiento del agua de mar y el uso de calor residual de la generación de electricidad.

©OMA

Fotografías: Galería 1: ©R. Hjortshoj; Galería 2: ©Delfino Sisto Legnani and Marco Cappelletti; Galería 3: ©Hans Werlemann

Foto de portada: ©R. Hjortshoj

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BLOX / DAC

“The BLOX project, home of the Danish Architecture Center (DAC), contains exhibition spaces, offices and co-working spaces, a café, a bookstore, a fitness centre, a restaurant, twenty-two apartments and an underground automated public carpark, but it is not the acrobatic mixing of uses that defines this project; its ultimate achievement is in ‘discovering’ its own site.

The Old Brewery site, split into two by one of Copenhagen’s main ring roads, didn’t really register as a building site until the design of the new DAC identified it as such. Straddling the road, making public connections both above and below, BLOX connects the parliament district with the harbour front and brings culture to the water’s edge. A space for cars becomes a space for people; a space to pass through becomes a space to reside.

The Copenhagen inner harbour has a long industrial and military history. On reclaimed land, the building site initially housed a cluster of brewery buildings which burnt to the ground in the 1960s. Since then the harbour has become the home of some of Denmark’s most notable architectural icons; a linear display of the tenets of Danish Modernism: monumentality, simplicity and politeness.

BLOX adds a new impulse: creating an encounter between the water frontages, Kierkegaard’s Square and the city. Its square volume, positioned directly along the harbourside, creates a sheltered public city square against the traditional yellow buildings and a much needed built front for the existing library square.




Contrary to most city blocks in Copenhagen – often introverted and inaccessible – the building absorbs the city’s life. The urban routes through the building lead to unexpected and unpredictable interactions between the building and the city, linking the different museums, libraries and historical sites around the culturally rich Slotsholmen area. A linear park along the harbour flows down below water level along the quay wall and through the building. The former playground is incorporated into the new building, as a partially covered and terraced public space, which can be transformed in the evening into an open-air cinema acting as a public foyer.

The building’s exterior is marked by a stacking of the same geometric forms in different arrangements. The offices are contained in a rectangular ring of glass facades shaded in a white frit. The ground floor functions are located in separate volumes generating openings which form the public entrances and bring the city in to the center of the building. The apartment volumes are fragmented and recessed for privacy, the landscaped terraces encircle the DAC’s central rooflight. The building’s coloured textures subtly echo the sea tones of the harbour, ever-present in the reflected light of the water.

The DAC itself forms the core of the BLOX Project, positioned in the centre, surrounded by and embedded within its objects of study: housing, offices and parking. It is organized as a vertical sequence of spaces running through the building, starting below ground and moving upwards to the cafe with its view over all of Copenhagen.” OMA