La prostatitis es una enfermedad muy común entre los hombres mayores de 50 años. En la gran mayoría de casos es una infección de origen bacteriano, aguda o crónica. Los síntomas varían entre pacientes, siendo los más habituales: dolor al orinar, micciones irregulares y molestias al eyacular.
Se estima que alrededor del 5% de los adultos desarrollan prostatitis crónica con el paso del tiempo.
Qué es la próstata y sus funciones
La próstata es una glándula que se encuentra en la parte inferior de la vejiga de los hombres. Tiene un tamaño similar al de una nuez. La uretra atraviesa la próstata, la cual conecta la vejiga con el exterior mediante el pene.
La principal función de la próstata es producir el semen. En el interior de la glándula se encuentran una serie de células que participan en la formación del líquido seminal, responsable de proteger y nutrir a los espermatozoides.
Las tres enfermedades más frecuentes de la próstata son.
- Prostatitis: es la inflamación del tejido de la próstata. La causa más común es una infección bacteriana.
- Hiperplasia prostática benigna: a partir de los 40 años de edad, la zona central de la glándula prostática comienza a aumentar de tamaño de manera progresiva. Es importante detectar esta patología de forma temprana para evitar posibles complicaciones en el largo plazo.
- Cáncer de próstata: este es el tumor maligno más común entre los hombres. Un diagnóstico precoz es esencial para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué es la prostatitis?
La prostatitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de la próstata, cuyas principales funciones son la producción de semen y el transporte de espermatozoides.
Los principales síntomas de este trastorno son dolor y dificultad al orinar. No obstante, la sintomatología varía en gran medida en función del paciente. En los casos más graves, los indicios incluyen dolor en la zona pélvica.
En función de cuál sea la causa de la enfermedad, los síntomas aparecen de forma repentina o progresiva.
Aunque la prostatitis puede darse en hombres de todas las edades, es más frecuente en aquellos que tienen menos de 50 años.
Prostatitis aguda
La prostatitis aguda se caracteriza porque los indicios aparecen de forma repentina. Cualquier tipo de bacteria que pueda causar una infección de orina puede dar lugar a una prostatitis bacteriana aguda.
Por lo general, el diagnóstico es más sencillo de determinar que en el caso de la prostatitis crónica. El tratamiento en la gran mayoría de casos es sencillo: consiste básicamente en la toma de antibióticos.
Prostatitis crónica
Cuando la prostatitis no responde al tratamiento y no desaparece al cabo de tres meses, pasa a ser crónica. La enfermedad también toma esta denominación cuando desaparece y reaparece al cabo de cierto tiempo.
Causas de la prostatitis
La causa más frecuente de la prostatitis es una bacteria o un conjunto de bacterias. Esto sucede cuando una determinada bacteria que se encuentra presenta en la orina se filtra en la próstata, dando así lugar a este trastorno. En este caso es fundamental tomar antibióticos. En caso contrario, la prostatitis podría repetirse en el medio o largo plazo.
Claro que la causa también puede no ser una bacteria. En este caso, la enfermedad se desarrolla por una determinada anomalía en la vejiga.
- Irritación: la irritación puede deberse a un reflujo de la orina que fluye hacia la próstata, o al contacto con sustancias químicas.
- Suelo pélvico: problemas en los músculos del suelo pélvico pueden también ser la causa de la prostatitis.
- Estrés: y, por último, niveles altos de estrés que se mantienen en el tiempo son otra de las posibles causas de la enfermedad.
Prostatitis: factores de riesgo
Hay una serie de factores de riesgo que aumentan en gran medida la probabilidad de sufrir prostatitis.
- Haber sufrido con anterioridad esta enfermedad es un gran factor de riesgo ya que en muchos casos tiende a repetirse con el paso del tiempo.
- El hecho de tener una infección en la vejiga o en la uretra también aumenta el riesgo de sufrir prostatitis.
- Las personas que sufren VIH, cuyo sistema inmunológico está debilitado, tienen mayores probabilidades de que una bacteria presenta en la orina se filtre en la próstata.
- Diversas infecciones que se transmiten mediante el contacto sexual incrementan el riesgo de tener esta enfermedad, como la clamidia. Es por ello que resulta tan importante mantener relaciones sexuales seguras.
Síntomas de la prostatitis
Acerca de los síntomas de la prostatitis, el cuadro clínico varía en gran medida en función del paciente. No obstante, hay una serie de indicios que se dan en prácticamente todos los casos.
La señal que aparece de forma más temprana es el dolor al orinar, acompañado de una sensación de ardor y picazón. Además, muchos hombres presentan dificultad para orinar. La necesidad frecuente de orinar es otro síntoma común de esta enfermedad.
En muchos casos la micción es turbia y maloliente. Este síntoma aparece en etapas más tardías de la enfermedad y requiere de atención médica urgente.
Otro de los indicios frecuentes es el dolor en el abdomen o en la zona pélvica. Algunos hombres también sienten dolor en la zona genital. Y, por último, la prostatitis también causa dolor al eyacular.
Síntomas similares a los de la gripe
En las etapas más tempranas de la enfermedad, muchos hombres experimentan síntomas que son similares a los de la gripe: escalofríos, fiebre y cansancio sin razón aparente.
¿Cómo se diagnostica?
Ante los síntomas descritos en el apartado anterior, es importante acudir al médico a la mayor brevedad posible. Un diagnóstico precoz puede ser de gran ayuda para evitar complicaciones en el medio y largo plazo.
Si el médico sospecha de prostatitis, procederá con un tacto rectal para comprobar cualquier tipo de anomalía en la próstata. Si hay infección aguda, la glándula tiene un tamaño más grande de lo normal y, además, presenta una gran sensibilidad al dolor.
Para confirmar el diagnóstico, se pueden realizar una serie de pruebas adicionales.
- Análisis de orina: un análisis de orina puede identificar la presencia de bacterias en la micción.
- Cultivo de semen: la prostatitis bacteriana se caracteriza por la secreción de una o varias bacterias en el semen.
- Ecografía: determinados síntomas de esta enfermedad, como el dolor pélvico o abdominal, también son propios de otros trastornos. Así, en ocasiones es necesario realizar una ecografía para comprobar si la próstata ha aumentado de tamaño o existe cualquier tipo de anomalía en la misma.
Tratamiento de la prostatitis
Si se confirma la prostatitis de origen bacteriano, el tratamiento más común es la toma de antibióticos por vía oral. Aquellos pacientes que presentan síntomas de carácter grave, el médico puede optar por la administración de antibióticos por vía intravenosa.
Para aliviar los indicios propios de la enfermedad, como el dolor o el escozor al orinar, los medicamentos alfabloqueantes ayudan a relajar los músculos de la zona pélvica. También existen remedios naturales eficaces para relajar los músculos.
Cuidados en el hogar
Cuando un hombre sufre prostatitis, debe llevar a cabo una serie de cuidados en el hogar para acelerar el proceso de curación.
- Micción: es importante orinar con frecuencia y hacerlo por completo.
- Baños de asiento: los baños de asiento con agua tibia pueden ser de gran ayuda para aliviar el dolor. Al agua se le pueden añadir plantas naturales como la manzanilla, con propiedades antiinflamatorias.
- Sustancias irritantes: por supuesto, es importante evitar cualquier tipo de sustancia que pueda irritar la vejiga: alcohol, bebidas con cafeína, cítricos y alimentos picantes.
- Hidratación: y, por último, la hidratación es clave para favorecer la micción. Los expertos recomiendan tomar dos litros de agua diarios.
Posibles complicaciones
Esta enfermedad puede causar una serie de complicaciones.
- Bacteriemia: la bacteriemia es una infección bacteriana de la sangre.
- Absceso prostático: se conoce como tal a una cavidad con pus en su interior que se desarrolla en la próstata. Si no se trata de forma adecuada y a tiempo, el riesgo de infección grave es alto.
- Esterilidad: aunque no es una complicación que se da con frecuencia, en casos graves de prostatitis los hombres pueden sufrir esterilidad.
- Epididimitis: la epididimitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación del epidídimo, una estructura tubular próxima al testículo. La causa más frecuente de este trastorno es una infección de origen bacteriano.
- Sepsis: una de las complicaciones más graves de esta enfermedad es la sepsis. Esto ocurre cuando las bacterias causantes de la prostatitis se diseminan hacia el torrente sanguíneo. Se trata de una situación crónica que puede poner en riesgo la vida del paciente.
Consejos para cuidar la próstata
- Alimentación: cuidar la alimentación es clave para mantener la salud de la próstata, así como del organismo en su conjunto. El pescado resulta muy beneficioso por su alto contenido en ácidos grasos Omega-3. Diversos estudios han demostrado el efecto positivo del consumo de té verde en el cuidado de esta glándula gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Tabaco: fumar es un hábito poco saludable. Por lo tanto, es recomendable evitar el tabaco para disminuir el riesgo de sufrir prostatitis.
- Ejercicio físico: tener una gran cantidad de grasa, sobre todo en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Practicar ejercicio físico de manera frecuente ayuda a eliminar la grasa acumulada en el cuerpo.
Los expertos recomiendan hacerse una revisión anual de próstata a partir de los 50 años. El objetivo es detectar cualquier tipo de alteración de forma precoz, mejorando así el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.
La prostatitis es una enfermedad que en la gran mayoría de casos es de carácter leve. Los síntomas más relevantes son tres: dolor localizado por delante del recto, molestias en el escroto y dolor en la zona abdominal.
Ante cualquier tipo de indicio de que algo no va bien, es importante acudir al médico a la mayor brevedad posible.