Así que entiendo perfectamente que un gobierno que se empeña en controlar todos los aspectos de nuestra vida, nos prohibe correr al volante, no nos quiere dejar fumar ni beber, va a prohibir que se vendan bollos en los colegios para evitar la obesidad infantil, y hasta las chuches, para que no les salgan caries a los niños, se esfuerce porque una película así no hiera la sensibilidad atrofiada de la sociedad. Y a la vez fomente el alegre descubrimiento de la sexualidad sin tapujos en nuestros niños, a través de la"Educación para la la Ciudadanía" (vaya nombre más cursi) despojando el acto sexual de sus aspectos más íntimos y responsables que son precisamente los que le confieren la dignidad humana y nos distinguen de los animales. La ministra de cultura ha calificado la película como "para adultos", mientras que la ministra de sanidad les ofrece la web "sexpresan" un ejemplo evidente de corrupción de menores, para que se vayan animalizando.
Les animo a ir a ver la película con sus hijos. Sin miedo. A abarrotar las salas de cine el día 8. Será un buen ejercicio para evitar el borreguismo al que nos quieren conducir esta panda de desalmados que nos gobierna.
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P.D. El Ministerio de Cultura ha cambiado la clasificación inicial de la película, de "mayores de 18 años" a "no recomendada para menores de 16 años". Me reafirmo en los argumentos que he expresado. No hay nada en la película que pueda herir la sensibilidad de un menor de 16 años. Y sí mucho que les puede hacer pensar, para bien.