PROYECTO EMMME: el hogar de Andrea y Echedey

Por Emmme_studio @emmmestudio

¡Buenos jueves familia slow!

Nos lo habéis pedido en persona, por correo, en las redes, ¡queremos posts de vuestros proyectos! Así que hoy retomamos esta sección para explicaros un poco mejor un proyecto que terminamos hace unos meses y con el que no podemos estar más contentas, tanto con el resultado como con nuestros clientes con los que ha sido un auténtico placer trabajar. Y es que no hay nada mejor para que un proyecto quede espectacular que los clientes confíen en nosotras y nuestro trabajo, como hicieron Andrea y Echedey.

   

Empecemos por el principio: Andrea, que nos contactó inicialmente para el proyecto de reforma de las oficinas de su empresa familiar (y que os contaremos también muy pronto), nos volvió a llamar para la reforma de su nuevo hogar con Echedey. Así que nos pusimos manos a la obra.

ESTADO PREVIO

El piso original era un auténtico viaje en el tiempo, hacia la década de los 90: puertas en roble con moldura, paredes en amarillo natillas (también llamado amarillo constructora viejuna), cabina de ducha con hidromasaje y alguna que otra reliquia de los antiguos propietarios.

 



 

La distribución estaba muy compartimentada, basada en un pasillo central con estancias a ambos lados, lo que hacía que el piso pareciera pequeño y oscuro, a pesar de los enormes ventanales que tenía hacia la calle principal.

   

EL PROYECTO

Andrea y Echedey tenían claro que su casa ideal era todo lo contrario a lo que tenían delante: abierta, con una cocina para recibir amigos, moderna, en tonos oscuros. Les gustaron las imágenes en las que se mezclaban el blanco y negro con madera, una combinación neutra pero potente a la vez.

 



 

Nos explicaron que necesitaban bastante almacenaje; su prioridad era tener una zona de día amplia con la cocina abierta, pero con algún tipo de cerramiento, por lo que los dos dormitorios y dos baños -nos pidieron si podíamos incorporar otro- pasaban a un plano secundario y tendrían el espacio mínimo necesario. En nuestro primer taller, les planteamos varias opciones de distribución:

 



 

Aunque le dieron alguna vuelta a la distribución, lo cierto es que las opciones con el salón y la cocina a la calle principal les encantaron (palabras textuales: nos flipan) así que la distribución final fue una fusión entre la opción 3 y la 4. A continuación planteamos la iluminación de los espacios mediante un juego geométrico de LED empotrados, carril de focos orientables y apliques en algunas zonas para una iluminación más tenue.

   

Pero la magia llegó cuando les propusimos la materialidad del gran armario de la zona de día: ¡palillería power, lo que nos gusta una lamita de madera! Así conseguimos que un proyecto muy bueno se convierta en un proyecto wow ;) Jugamos con las lamas de roble en color natural y las puertas en negro, así como los pilares metálicos existentes que decidimos dejar a la vista como parte de la historia de la vivienda.

   

Con esto quedaba el proyecto rematado, así que nos pusimos a definir el resto de cosas que implica un proyecto pero que no se ven, y que son las que hacen que las viviendas funcionen: electricidad, climatización, fontanería, etc. ¡Proyecto acabado y clientes felices!

LA OBRA

Andrea y Echedey tenían claro desde el principio que querían que nos encargáramos de la obra, tanto por falta de tiempo suya como por su total confianza en que así el resultado de la misma sería perfecto. Así que comenzamos la obra con nuestra constructora -no es por nada pero tenemos una constructora de 10, ahí lo dejamos ;)-, en la que lo primero que hicimos fue tirarlo todo, ¡menudo loft montamos! Poco a poco fuimos dándole forma con la tabiquería, instalaciones de fontanería, clima y electricidad, falsos techos, ventanas nuevas bicolor (blancas por fuera, negras por dentro) y elementos a medida de carpintería y cerrajería.

 






 

Aunque hubo alguna pequeña variación en obra, al tener todo el proyecto tan definido, todo fue como la seda y entregamos la obra en el plazo acordado, 3 meses. Después siempre hay algún rematillo de pintura, ajustes de carpintería, colocación de accesorios, etc., pero nada que les impidiera a Andrea y Echedey disfrutar de su nuevo hogar. Y nosotras felices como perdices.

EL RESULTADO

Y aquí tenéis el resultado: una vivienda moderna pero calida y acogedora a la vez, que sorprende por su luz y permite disfrutar de un gran espacio común para compartir momentos con familia y amigos. Y dos espacios muy optimizados y funcionales para dormir, asearse y vestirse.

 








fotos: Echedey Molina

 

¿Y sabéis lo mejor? Que es el hogar que Andrea y Echedey estaban buscando pero no sabían cómo conseguir, pero no hay nada que la magia del slow design no pueda solucionar ;)

¿Qué os ha parecido este nuestro proyecto? Nos encantaría leer vuestros comentarios con dudas, sugerencias, cosas que queráis saber, …

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