Proyecto “Memòries Emergents al Barri de Sant Fèlix”

Por Ecosistemaurbano

A continuación os dejamos un interesante texto remitido por Elisenda Surroca, Joanot Cortés, Sonia Camallonga y Sergi Yanes, del colectivo Transeünts (web en proceso), hablando de un fantástico proyecto desarrollado en paralelo con los talleres de USDE:

“Memorias Emergentes de Sant Félix”, surgió a raíz de varias conversaciones informales que mantuvimos con amigos que conocían de Girona desde hacía tiempo. Nos decían que nosotros -como nuevos vecinos- no podíamos ni imaginar lo que había sido la ciudad años atrás. En especial el barrio Sant Félix, considerado un lugar de perdición, plagado de bares, prostíbulos y pesadillas immorales.

No obstante, tal y como nos ha permitido conocer el proceso iniciado, ésta no era más que la proyección que el resto de la ciudad había formado sobre él. Para sus vecinos y vecinas, era un barrio lleno de vida, “el mejor barrio de Girona”, un lugar donde las puertas quedaban abiertas y existía una estrecha colaboración entre todos y todas. Hace unos años y a raíz del PERI (1983-2007), el barrio se ha convertido en una zona habilitada esencialmente para restaurantes elegantes y viviendas de alto standing, donde circulan hordas de turistas y donde a penas se encuentra una tienda de víveres.

Con la ayuda de los talleres de USDE, “Facilitar la ciudad colaborativa” y “Entorno digital y aprendizaje urbano”, comenzamos a trabajar sobre el proceso de cambio del barrio con mayor profundidad, con el objetivo de intervenir y hacer extensiva esta reflexión: ¿Qué cambios se habían dado? ¿De dónde procedían? ¿Cómo habían vivido los vecinos y vecinas estos procesos? ¿Qué percepción tenían? ¿Cómo la maquinaria económico-turística había intercedido en las transformaciones? ¿Cuántos vecinos de los antiguos seguían viviendo allí…?

La construcción de un escenario que pretende llegar a ser un atractivo turístico requiere mucho más que la mera transformación física del territorio y su paisaje urbano. Se deben superponer nuevos y sugerentes discursos en relación al patrimonio y la modernidad, capaces de sintetizar valores intangibles e identitarios que se consideran oportunos y rentables en un determinado lugar. Estos vienen legitimados por la “oficialidad” y menoscaban la validez de aquellos relatos que rescatan otro tipo de historias, las de la vida cotidiana, volátiles, dialectales, orales, escurridizas, fugaces, anónimas -y por qué no- irrepetibles.

Frente a la memoria oficial pues, este proyecto pretende contraponer la memoria no oficial, aquella que se presenta imprecisa, discontinua, aquella que vincula a las personas a los lugares y que construye relaciones e identidades abiertas entre los que la comparten.

Desde la Associació de Veïns i Comerciants del Barri de Sant Félix surgió la idea de organizar una muestra colaborativa sobre el barrio en la antigua carbonera, con la intención de generar un espacio donde las memorias de unos y otros pudieran encontrarse e interaccionar. Dado que muchos de los vecinos se habían marchado de Sant Félix, se consideró la posibilidad de realizar el encuentro durante las fiestas anuales del barrio, momento en el cual muchos de éstos venían de visita. ¡Fiesta!

Mantuvimos innumerables conversaciones con vecinos y vecinas antes del encuentro que permitieron establecer un primer vínculo de confianza con ellos y ellas. Enseguida vimos como las fotografías que retrataban el barrio años atrás y los retratos personales que guardaban en sus álbumes les resultaban perfectas herramientas para recordar y explicar sus experiencias, así como para compartirlas y hacer recordar a otros. Hicimos una serie de registros en vídeo de los protagonistas narrando sus experiencias, quienes también nos facilitaron varios documentos -textos, programas de fiestas, publicaciones del barrio- que fueron alimentando el contenido final de la muestra.

Un par de semanas antes de la exposición, se repartieron por los comercios del barrio diversas pizarras que invitaban a los vecinos a escribir aquello que les sugerían la imágenes que se habían situado en cada una de ellas.

Paralelamente, se habilitó la web: www.memoriesemergentsasantfelix.wordpress.com, con la intención de volcar todas estas experiencias a través de materiales resurgidos, y abrir así una nueva vía de colaboración, a otro nivel, en un plano digital.

Con todo el material -documentos, pizarras, fotografias, vídeos-, se inauguró la muestra en La Carbonera (perteneciente ahora al Museu de Historia de Girona). Tratamos de presentar un montaje lo más evocador posible, de modo que invitara no sólo a la visita de curiosos, sino a la presencia y permanencia de los vecinos, los cuales tardaron poco en convertirla en su espontánea Casa del Barrio. La céntrica situación en la ciudad y el barrio la convirtió en una parada imprescindible en la ruta de los quehaceres cotidianos.

Muchos turistas entraban, pero pocos se quedaban. Echaban un vistazo y se iban, desubicados -a veces molestos- ante la ausencia de estímulos y simbologías propias de las rutas turísticas de la ciudad. Mientras, los vecinos y vecinas correteaban y conversaban, se enseñaban fotos, discutían hechos, parentescos y pasados desconocidos… Ellos fueron los guías que espontáneamente explicaron a los que había por allí lo que había sido Sant Felix a través de su propia historia.

Frente a La Carbonera, de vez en cuando, se escuchaba al tren turístico explicar por el altavoz otra historia distinta, la de una ciudad amable, histórica, en armonía con el mundo.

Una de las herramientas que propició uno de los resultados más satisfactorios -a parte del material fotográfico cedido por vecinos y vecinas- fué el “mapa de los sentidos”: un mapa del barrio donde se georreferenciaron recuerdos y sensaciones a través de los sentidos -gusto, olfato, tacto, oído, vista-. Así, emergieron casas de comidas, bares de tertulia, olores a petróleo y ganado, o sonidos inimaginables en la ciudad aséptica de hoy. En este mapa, los puentes que unen las dos partes de la ciudad se convirtieron en escenarios de besos, las escaleras de la catedral en interminables toboganes donde los niños se pelaban las rodillas, y las plazas y calles en territorio de juegos y disputas.

Las pizarras que se colocaron en los comercios (y luego en la muestra), estaban expuestas y abiertas a nuevos relatos y emociones. Las fotografías que se habían ido colgando en un inicio, fueron envueltas por nuevas aportaciones que los vecinos y vecinas hacían al desempolvar los cajones de casa. Otros trajeron poemas, libros, dibujos… hasta fotografías que reflejaban el paisaje humano de otros barrios.

El ultimo día y para finalizar este primer encuentro, se invitó a todo el mundo a una “sentada a la fresca” en la puerta de La Carbonera, en un intento por rememorar aquellos espacios de relación perdidos que tenían como finalidad pasar revista a los sucesos diarios de la comunidad. En este caso sirvió, entre otras cosas, para valorar entre todos qué podrían hacer ahora con todos esos encuentros y recuerdos. La emoción de esta sentada permitió concluir con la convicción de que lo que había pasado estos días se tenía que compartir, entre otras cosas, para hacer un justo homenaje a los vecinos y vecinas, y desmontar así una historia que más que nunca era la de los vencedores, poniendo en relieve la estrecha relación entre la memoria y las experiencias vitales con la identidad y el patrimonio vivo del barrio.

Ahora, pasado el verano, se ha reanudado el proceso, que prevé juntar nuevos documentos y diseñar una estrategia para retornarlos al espacio público, intercediendo en la calle. Una de las propuestas que se contemplan es utilizar material audiovisual y fotográfico generado desde el punto de vista de los vecinos (una suerte de relatos emic), para que sirva como contenido de una serie de dispositivos (p.ej. códigos QR, fotografías, sonidos…) que irán situándose en las paredes del barrio, consiguiendo así lo que uno de los vecinos pensó y amenazó en voz alta: “¡Si las paredes hablaran…!

Será una forma de materializar un patrimonio inmaterial dispuesto en un universo que parece rechazar todo aquello que duda o cuestiona la actual Girona decente.

¡Seguiremos contando!

Sobre Transeünts

Transeünts es una asociación que nace con la decisión de poner en marcha procesos que, mediante la intervención de los ciudadanos, fomenten la creación y recuperación de nodos colaborativos que desenvoquen en reflexiones y acciones en torno a la memoria, la identidad y el espacio público.

Las prácticas del colectivo se desarrollan en torno la organización, fomento y proyección de actividades creativas orientadas a la dinamización social y la intervención sociocultural. Éstas, sitúan su plan de trabajo e investigación en el territorio, incidiendo en las diversas concepciones del espacio público, desde la interdisciplinariedad, la dialéctica, la producción cultural, la innovación social a través de entornos digitales o analógicos, y la activación de pedagogías colectivas de expansión.

Transeünts lo forman profesionales procedentes de la pedagogía social, la arquitectura, las audiovisuales, la antropología y las artes escénicas.