Prueba de antígenos

Por Gabriel Giner @esaludcom

Desde que la COVID-19 apareciera en nuestras vidas, la prueba de antígenos se ha hecho muy reconocida a nivel mundial, aun cuando la mayoría no conozca del todo qué son ni cómo funcionan. Lo cierto es que este tipo de pruebas ya existían desde hace mucho antes. Hoy día sirven para detectar decenas de enfermedades que coexisten con nosotros.

Ya sea que se trate de malaria, dengue, toxoplasmosis, VIH, entre otras más, las pruebas de antígenos poseen la ventaja de darnos resultados rápidos para así abordar la enfermedad en cuestión lo más rápido posible. Si lo que quieres es conocer un poco más sobre este tipo de estudios, has llegado al lugar indicado. Esto es todo lo que necesitas saber acerca de la prueba de antígenos.

¿Qué es la prueba de antígenos?

Las pruebas de antígenos son un estudio de laboratorio que consiste en la detección de las proteínas que producen ciertos virus en nuestro sistema

Esto quiere decir que, mediante una muestra de mucosa o saliva, lo que se busca es detectar si un virus en cuestión habita en nuestro organismo o no.

Antiguamente, las pruebas de antígenos solían realizarse en laboratorios especializados mediante procedimientos bastante complejos. Hoy día, existen las pruebas rápidas que, en cuestión de minutos, pueden arrojar un resultado.

Si bien son estudios sensibles, su especificidad tiende a ser muy dudosa. La razón de esto es que existe una probabilidad relativamente alta de que un resultado dé un falso positivo o un falso negativo. Por tal motivo, en determinadas ocasiones, suele ser necesaria la implementación de estudios complementarios que ayude a certificar dichos resultados.

¿Cómo funcionan las pruebas de antígenos?

Como ya habíamos mencionado anteriormente, este tipo de pruebas funcionan mediante un principio básico: la detección de las proteínas que producen ciertos microorganismos una vez que se encuentran en nuestro torrente sanguíneo.

Estas proteínas provienen, básicamente, del ADN o ARN del virus en cuestión. Más específicamente de la espiga, la envoltura y la membrana de dicho virus.

En tal sentido, dichas proteínas pueden variar según el virus implicado y según la enfermedad relacionada con la infección. Por lo que es necesario que existan pruebas de antígenos con reactivos diferentes para detectar según qué enfermedades.

Por otro lado, cabe decir que, el hecho de que una de estas pruebas salga positiva o negativa, depende de la carga viral que posea el individuo. Esto significa que, mientras más grave sea la infección, mayor cantidad de virus en circulación habrá y mayores probabilidades hay de que la prueba salga positiva.

¿Para qué sirven las pruebas de antígenos?

Ya hemos mencionado un poco las bases del funcionamiento de estas pruebas, pero a ciencia cierta: ¿cuáles serían las aplicaciones de las pruebas de antígenos en la medicina actual?

La verdad es que este tipo de pruebas han servido para llevar a cabo diagnósticos rápidos y certeros con la finalidad de ofrecerle tratamiento oportuno a los individuos afectados.

Esto ha ayudado a la larga a aumentar la eficiencia de la práctica médica ante la presencia de determinadas infecciones, ya sean parasitarias, bacterianas o virales, como es el caso de la salmonella, la malaria, la toxoplasmosis, el VIH y el mismo COVID-19 más recientemente.

Todos estos objetivos pueden ser alcanzados siempre y cuando sepan cuándo y cómo aplicar este tipo de pruebas, ya que la obtención de resultados erróneos puede darse con cierta facilidad.

¿Cuándo se pueden realizar?

Con respecto a cuál sería el momento propicio para realizar este tipo de pruebas, hay que tener en cuenta que, a medida que transcurre una enfermedad de esta índole, los picos de antígenos tienden a variar. De modo que, de aplicarse una de estas pruebas de antígenos a destiempo hay más probabilidades de falsos negativos

Recordemos que, las pruebas de antígenos, nos reportan la presencia de una infección aguda o actual de la enfermedad. Esta infección aguda o actual transcurre durante los primeros 7 a 10 días como máximo, que es cuando los niveles de antígenos empiezan a disminuir.

Esto se debe a que, en la mayoría de las infecciones virales, el periodo infeccioso tiende a abarcar este periodo de tiempo, que es cuando hay más organismos en circulación.

Ahora bien, este periodo de tiempo suele ser muy variable y, dependiendo de la enfermedad, puede ser mayor o menor. De ahí radica la importancia de que sea un profesional de la salud quien la realice, ya que es el que realmente sabe cuándo y cómo aplicarla.

¿En cuánto tiempo se obtienen los resultados?

Tal y como mencionamos, en cuestión de minutos se puede obtener un resultado de una prueba de antígenos, sobre todo si se trata de una prueba rápida.

Aquellas que requieren un análisis en un laboratorio, como por ejemplo los antígenos febriles para salmonella, pueden tardar un poco más en ser revelados.

Ejemplo sobre cómo aplicar la prueba de antígenos para el COVID- 19

¿Son verdaderamente fiables?

La fiabilidad de estas pruebas suele ser muy variable, ya que depende tanto del profesional de la salud como de la situación del paciente que, el resultado obtenido, pueda tomarse como fidedigno.

De entrada, podemos decir que estas pruebas suelen tener una alta sensibilidad y una alta especificidad, aunque ello no las deja exentas de falsos positivos o de falsos negativos. Por eso, reiteramos que es importante apoyarse en estudios complementarios para así tratar de obtener un diagnóstico que sea lo más certero posible.

Ventajas y desventajas

Existen múltiples ventajas que caracterizan a las pruebas de antígenos, que no solo benefician al paciente, sino también al médico. Puede llegar a favorecer al estado en cuanto a gastos se refiere. Sin embargo, así como hay ventajas, también hay algunas desventajas que hay que tener en consideración en todo momento.

Entre sus ventajas, tenemos:

  • Son pruebas rápidas y muy sencillas de realizar.
  • Permiten obtener resultados en un tiempo estimado de 10 a 20 minutos en el caso de las pruebas rápidas.
  • En su mayoría, no requieren infraestructura especializada, a excepción de algunas pocas.
  • Poseen una alta sensibilidad y especificidad, al igual que un gran valor predictivo ante ciertas enfermedades donde, en la mayoría de los casos, un resultado positivo puede confirmar un caso.
  • Son muy económicas.
  • Ayudan a establecer un protocolo de tratamiento adecuado y eficaz según el resultado que arrojen.

Entre sus desventajas se encuentran las siguientes:

  • Algunas pueden llegar a ser ligeramente invasivas en cuanto a la toma de la muestra, como es el caso de las pruebas de COVID-19, donde es necesario recoger muestras del tracto respiratorio mediante la técnica del hisopado nasofaríngeo. En estos casos en particular, esto implica la exposición del personal de salud al momento de su recogida, aumentando así el riesgo de contagio.
  • La cantidad de falsos positivos y de falsos negativos en este tipo de pruebas pueden entorpecer el tratamiento médico que se le ofrezca a los pacientes.
  • Las muestras deben ser procesadas lo más rápido posible, en el caso de aquellas que deban ser enviadas a un laboratorio, debe hacerse en un plazo no mayor de 2 horas.