Psicología Positiva para psicólog@s (VI). Sentir las emociones positivas.

Por Psipositivo @Psi_Positivo
*El contenido de este taller práctico que comparto en el blog está destinado a conocer más sobre la psicología positiva desde el punto de vista del profesional de la ayuda. Si quieres profundizar en ello tienes disponible Aprende Psicología Positiva, la plataforma educativa online con las mejores guías de aplicación en terapia, educación y divulgación.

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6. Sentir las emociones positivas.

"Cada uno de nosotros es su propio clima, determina el color del cielo dentro del universo emocional en el que habita". Fulton J. Sheen.

Paremos un momento y pensemos en lo siguiente: ¿Sabrías enumerar ahora mismo la mayor cantidad posible de emociones negativas que se te ocurran? ¿Y a continuación de emociones positivas?

Seguramente te haya resultado más fácil citar emociones negativas que emociones positivas. Lo mismo les sucede a las personas que vienen a consulta, a los alumnos de cursos de desarrollo personal y a mi mismo la primera vez que probé a hacer ese listado.

No sólo tenemos más nombres para las emociones negativas (lo cual ya de por si es significativo) si no que estas parece que sean más salientes, más fácilmente accesibles.

Sin embargo las emociones positivas como la alegría, el alivio, la serenidad, el amor, la satisfacción, el apego, armonía, interés, la ecuanimidad, la ternura etc. forman parte de nuestro día a día y debemos promoverlas de maneras y modos diferentes, especialmente en el caso de personas con un trastorno del espectro depresivo o no. Con un estado de ánimo bajo debemos incidir en ello.

Dentro del muy completo libro Optimismo Inteligente de Mª Dolores Avia y Carmelo Vázquez, figuras notables dentro de la Psicología Positiva en nuestro país, encontramos los siguientes enunciados:

- Cuando el estado de ánimo es bueno, el juicio tiende a ser más benévolo, tanto con uno mismo como con los demás.

- El hecho de estar contentos hace que nos vengan más fácilmente a la memoria recuerdos anteriores de cosas buenas, con lo cual vamos "recuperando material" que corrobora, consolida y prolonga nuestro bienestar.

- Los estados de ánimo positivos generan formas de pensamiento más flexibles, menos rígidas.

- En presencia de emociones positivas, es más fácil que uno tienda a ser más creativo, a dar respuesta a más imágenes positivas y novedosas.

- Cuando uno tiene buen ánimo, también tiene menos dudas y tarde menos en tomar decisiones sobre temas que le conciernen.

Si quieres encontrar otros tantos libros interesantes sobre Psicología Positiva que te recomiendo especialmente, puedes encontrarlos en este artículo: 14 títulos imprescindibles en Psicología Positiva .

Cuando nos encontramos en el espectro positivo de las emociones tenemos una mayor tendencia a ayudar a otros, mostrar comportamientos solidarios, compasivos, generosos o altruistas, lo cual se ha visto en numerosos estudios.

También se sabe que cuando uno está contento y distraído, tolera mejor situaciones de dolor físico, como curas por heridas, accidentes, quemaduras o post operatorios, también se ha encontrado lo mismo al trabajar con dolor producido en situaciones experimentales de laboratorio.

¿En alguna ocasión al comenzar una operación quirúrgica, al ponerte puntos, sacarte sangre etc. el profesional ha bromeado o sacado temas de conversaciones para relajarte o estimular tus emociones positivas en ese momento delicado? Aparte de por puro trato humano, el anterior también es un "efecto secundario" deseable.

Cuando estamos animados todo parece más fácil, parece que fluya. Sin embargo seguro que has escuchado (o pensado) que para moverse, para cambiar, para ponerse en marcha hay que estar mal, haber tocado fondo, experimentar más emociones negativas que positivas de normal.

Esta explicación me ha resultado eficaz en consulta para movilizar hacia el cambio. Viendo las consecuencias tan deseables que tienen las emociones positivas, las personas que acuden a la consulta aumentan su motivación.

Así, ¡las emociones positivas también son un motor muy importante de cambio! Queremos sentir euforia, alegría, esperanza, satisfacción... y estas emociones son de una fuerza enorme. A esto le podemos llamar también"instinto de supervivencia" o"instinto de vida" en algunos manuales.

Sin embargo, este foco en lo positivo no debe de ser mal entendido. En una ocasión, en un programa de radio de debate, la periodista, hablando sobre la Psicología Positiva, me preguntó si el centrarnos en lo positivo no puede llevarnos a adquirir una visión distorsionada de nuestro día a día. ¡Por supuesto que no! Todas las emociones son naturales; llorar no es malo, cumple su función, aunque no siempre sea agradable.

Precisamente, el estimular las emociones positivas nos lleva a compensar la avalancha de noticias negativas que recibimos de los medios de comunicación más populares, especialmente en tiempos de crisis. No se trata de negar lo malo, si no de aceptarlo y cambiar el enfoque y centrarnos activamente en estimular lo positivo.

Como profesionales de la autoayuda, podemos encontrar muchos ejemplos de beneficios del pensamiento positivo, el poder de la mente, etc. Hay maneras más correctas de estimular estas emociones positivas y es imprescibdible que la persona entienda el potencial del cambio.

Uno muy popular y con efecto real es el del uso de las afirmaciones. Estas son frases cortas, motivadoras y positivas. Al leerlas de manera repetida o anotarlas en un lugar visible lo que hacemos es suministrar las instrucciones a nuestro cerebro de qué es lo que tiene que hacer...

Fíjate el contraste con los mensajes que a veces nos lanzamos como "jamás podré hacer esto" o "es insoportable que suceda tal cosa".

Por otro lado, el optimismo y el pesimismo hoy en día sabemos que se relacionan con una mejor o peor salud de manera muy clara. ¿Promueven la prevención y conductas concretas de búsqueda de apoyo social? Existe una muy interesante disciplina llamada Psiconeuroinmunología que precisamente estudia la relación entre los procesos psicológicos, la salud y el sistema inmunitario.

En todo caso cuando se es optimista se está plantando la primera semilla para el cambio.

Te comento un ejemplo. Recuerdo el caso concreto de un hombre de unos 40, que tenía una bastante complicada situación de pareja. Al preguntarle del 0 al 10 cómo de optimista se veía en relación a que las cosas pudieran cambiar su respuesta fue un sonoro, rotundo e implacable "Cero". Sin embargo, al cabo de un tiempo de trabajo conjunto a fondo, este cero cambió, habíamos conseguido que viera la vida de otra manera, se había plantado una semilla positiva. Si bien en ese momento posterior no todas sus circunstancias habían cambiado, si se había producido una evolución clara, bastante relacionada con su propio cambio de actitudes.

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