Psicosis

Por Gabriel Giner @esaludcom

La psicosis se puede definir como un desorden mental grave caracterizado por la pérdida del contacto con la realidad y por empeorar de forma notable el funcionamiento social habitual. Los enfermos de psicosis presentan anomalías en uno o varios de los siguientes dominios: delirios, alucinaciones, pensamiento desorganizado, comportamiento motor anómalo y síntomas negativos.

¿Qué es la psicosis?

Se denomina psicosis a una enfermedad mental que se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad. Generalmente, conlleva diferentes alteraciones tanto del pensamiento como de la conducta, lo cual da lugar a un amplio abanico de alteraciones en diferentes regiones del cerebro.

Fue a mediados del Siglo XIX cuando se comenzó a utilizar este término de la mano del psiquiatra alemán Karl Friedrich Canstatt. Psicosis proviene del latín y se puede traducir como “alteración del alma” o “alteración de la mente”.

Las experiencias que sufren los enfermos son muchísimas y, además, muy variadas. Las tres manifestaciones más habituales son alucionaciones, delirios y catatonia. Los síntomas propios de los episodios psicóticos pueden tener causas muy duferentes y suelen surgir a causa del estrés psicosocial y diferentes alteraciones cerebrales; también pueden deberse al consumo excesivo de alcohol y drogas.

Los diferentes tipos de psicosis que existen

Cuando un paciente sufre un primer episodio de psicosis resulta especialmente complicado para los expertos determinar el tipo de piscosis de que se trata porque en la gran mayoría de ocasiones se desconocen los factores que lo han provocado. A continuación señalamos los diferentes tipos de episodios psicóticos que pueden darse en función de las causas de los mismos.

Psicosis ocasionada por tóxicos

Este es uno de los tipos más frecuentes de todos y se da a causa del consumo de drogas o alcohol; también puede surgir a raíz de la abstinencia repentina de uno o mbos después de un consumo prolongado. En la gran mayoría de los casos los síntomas del episodio psicótico desaparecen con los efectos de las drogas o del alcohol; sin embargo, en otros casos los síntomas pueden persistir aunque se suspenda el consumo.

Psicosis reactiva breve

Otro de los tipos de psicosis que existen. Tal y como su propio nombre señala, los síntomas se dan de manera súbita y desaparecen pasados unos días. Generalmente, estos episodios surgen ante una situación de gran tensión, como por ejemplo un despido laboral o la muerte de un ser querido.

Psicosis orgánica

Los síntomas propios de la psicosis también pueden surgir a consecuencia de una determinada lesión o enfermedad, como un tumor cerebral. En estos casos, los episodios psicóticos se acompañan de otros síntomas neurológicos, los cuales pueden variar de forma notable entre un paciente y otro.

Esquizofrenia

Se conoce como tal a una enfermedad mental que se caracteriza por episodios psicóticos que se prolongan más allá de los seis meses. La intensidad de los síntomas varía de manera considerable entre pacientes. Al contrario de lo que muchísimas personas consideran, con el tratamiento adecuado las personas que sufren de esquizofrenia pueden llevar una vida completamente normal.

Trastorno bipolar

La psicosis puede darse tanto en los episodios maníacos del trastorno bipolar, de euforia y excitación, como en los episodios depresivos, de desánimo y tristeza. Los síntomas psicóticos tienen una relación directa con el estado de ánimo del paciente. Así, si está atravesando un episodio depresivo puede escuchar voces que le animan al suicidio; mientras, durante un episodio maníaco puede creer que tiene cualidades extraordinarias, como por ejemplo la capacidad de volar.

Trastorno delirante

El síntoma principal de este tipo de psicosis son los delirios. Es decir, la persona cree firmemente cosas y hechos que en realidad no son ciertos.

Causas de la psicosis

A día de hoy, las causas directas de la psicosis siguen siendo en gran medida desconocidas. Existen un amplio abanico de teorías proporcionadas por diferentes expertos.

Una de las más extendidas en la actualidad es la que señala que la psicosis surge a causa de un trastorno cognitivo-conductual; es decir, a la combinación de un gran estrés personal y social y una vulnerabilidad biológica fruto de la herencia genética o de un mal funcionamiento cerebral.

No obstante, hay otras teorías que señalan diferentes causas de la psicosis. Hay expertos que explican que esta enfermedad se debe a la negación y sustitución de la realidad con el objetivo de subsistir; el paciente necesita deformar la realidad ya que es incapaz de reprimir sus instintos primarios.

Otra de las causas probables de esta enfermedad es la sensación de angustia y vulnerabilidad ante derrotas y fracasos, situaciones en las que la persona se sienta avergonzada y se autodesprecie. Así, el sujeto se autoengaña con el fin de protegerse, terminando por alejarse totalmente de la realidad.

¿Cuáles son los síntomas propios de la psicosis?

Tal y como hemos señalado, existen un amplio abanico de episodios psicóticos diferentes. No obstante, todos ellos comparten una serie de síntomas; en función de las causas que hayan dado lugar a la psicosis, así como al estado de salud tanto físico como mental del paciente, estos se pueden sufrir con mayor o menor intensidad.

  • Pensamientos confusos: incluso los pensamientos más habituales y cotidianos se pueden volver confusos, de forma que el paciente es incapaz de concentrarse y mantener la atención. Los pensamientos pueden volverse más rápidos o lentos, y el paciente es incapaz de recordar cosas sencillas.
  • Distorsión de la realidad: este es uno de los síntomas que se da prácticamente en el 100% de los pacientes que sufren psicosis. Creen hechos y cosas que son completamente falsos; es lo que se conoce como delirios. Merece la pena destacar que el grado de convencimiento es máximo, de forma que es imposible convencer a los enfermos de lo contrario.
  • Alucinaciones: otro de los síntomas más comunes de esta enfermedad; los pacientes pueden ver, oír, sentir e incluso oler cosas que en realidad no existen. Es muy habitual que los enfermos oigan voces que les inducen a realizar determinados actos.
  • Cambios en sentimientos y emociones: en ocasiones, los sentimientos y las emociones de los pacientes cambian de forma radical sin razón aparente, lo cual provoca que se aíslen del mundo. Son muy frecuentes los cambios repentinos en el estado de ánimo.
  • Cambios en el comportamiento: las personas que padecen psicosis suelen presentar cambios en su comportamiento habitual. Hay quienes se sienten muy activos y creen que pueden hacer muchísimas más cosas de las que realmente son capaces, mientras que hay otros que sienten un gran letarlo y realmente no tienen ganas de hacer absolutamente nada.

Diagnóstico y tratamiento

Tal y como hemos señalado, diagnosticar la psicosis no es en absoluto sencillo en sus etapas iniciales. Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento se divide en dos grandes grupos: terapia y medicación.

Terapia

El psiquiatra debe establecer un plan terapéutico adecuado para el paciente. En primer lugar debe evaluar y diagnosticar los síntomas, los cuales pueden variar de forma notable entre unos enfermos y otros.

El tratamiento psiquiátrico tiene un gran impacto sobre los síntomas negativos propios de la psicosis, así como el funcionamiento psicosocial del paciente y sus funciones cognitivas. La calidad de vida de los enfermos puede mejorar de forma considerable con el plan de tratamiento adecuado.

Muchos de los pacientes con psicosis presentan un déficit en habilidades sociales. Por lo tanto, se trabaja con ellos en una gran selección de ámbitos como la fluidez verbal, los gestos, la velocidad del lenguaje, la postura corpora, la percepción tanto emocional como social, etc.

En la gran mayoría de las ocasiones el psiquiatra también interviene en el ámbito familiar; la familia debe ser consciente sobre cómo manejar adecuadamente los síntomas del paciente, potenciando un clima cálido y mejorando la comunicación.

Medicación

La administración de fármacos es esencial en enfermos con psicosis; generalmente, se les administran antipsicóticos o neurolépticos. También se les administran otros como ansiolíticos y antidepresivos si presentan depresión o síntomas de ansiedad.