Psicoterapia grupal en el centro de salud

Por Angelesjimenez

Demasiado poca psicoterapia.–

La psicoterapia funciona igual de bien que los fármacos en personas con trastornos leves y moderados. Si bien la psicoterapia tarda un poco más en hacer efecto y en principio cuesta más, sus efectos beneficiosos son más duraderos, cosa que, a la larga, hace que sea más barata y mejor. Tomar una pastilla es un acto pasivo. En cambio, la psicoterapia hace que el paciente se implique al inculcarle nuevas habilidades para sobrellevar sus problemas y nuevas actitudes ante la vida. (2)

Se calcula que aproximadamente entre un 25 y un 40% de las personas que utilizan los servicios médicos generales no presentan problemas médicos mayores y que entre un 30 y un 60% del total de visitas que se realizan a un médico de familia no derivan de enfermedades médicas de importancia. (1)

Los síntomas y síndromes más típicos (ansiedad, depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, somatizaciones…) vienen asociados a otro tipo de padecimientos, como la enfermedad médica común, problemas laborales o diversas condiciones personales como el aislamiento social o los conflictos familiares continuados. (1)

Es indudable que los servicios de Salud Mental no pueden abarcar el manejo de esta enorme demanda asistencial, por otra parte atendida de manera inicial en las consultas de Atención Primaria, donde una actuación precoz evitaría en muchas ocasiones la cronificación de los síntomas. Además, una correcta atención de estas cuestiones desde el principio podría prevenir tanto la medicalización como la psicologización de los problemas de la vida cotidiana, en plena efervescencia de una cultura subordinada a la dictadura de la felicidad empaquetada.

Un estudio publicado recientemente y elaborado con datos de los últimos diez años por profesionales del CAP Ramón Turró del Poblenou en Barcelona muestra que la terapia grupal en centros de salud reduce a la mitad los síntomas de ansiedad en los pacientes participantes. La autora del trabajo, Ruth Cañada, explica que la terapia grupal proporciona herramientas a los afectados que pueden utilizar más adelante en su vida diaria cuando dejan de acudir a las sesiones. (3)

Con esta perspectiva, 28 centros de salud de 8 autonomías participan en un proyecto piloto que busca en la psicoterapia grupal una alternativas a los psicofármacos frente a la enfermedad mental. Las primeros conclusiones de la experiencia no dejan lugar a dudas. Los encuentros entre iguales resultan más efectivos, económicos y garantizan resultados mejores y más duraderos. “Las pastillas no enseñan nada. Generan adicción y son incapaces de modificar una conducta, que es de lo que se trata”, resume de manera gráfica el psicólogo Antonio Cano Vindel, que coordina los 28 grupos de pacientes que participan en este proyecto, impulsado por Psicofundación, una organización promovida por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. El proyecto Psicap, como se ha bautizado la iniciativa, ha tratado y analizado ya a más 300 pacientes. La experiencia llevada a cabo en el primer año de trabajo revela que la eficacia de las sesiones coordinadas por psicólogos multiplica por cuatro los resultados de los tratamientos con fármacos. El 72% de los pacientes que acuden a las sesiones se recuperan frente al 24% que lo logra con consultas médicas de cinco a diez minutos de duración y dilatadas en el tiempo a consecuencia de la aglomeración de pacientes. Siete sesiones son suficientes para obtener buenos resultados. Los encuentros se realizan en grupo con el objetivo de que, además de eficaces, resulten también rentables desde un punto de vista económico. (4)

Para tratar de dar respuesta a esta demanda asistencial en la Zona Básica de Salud donde trabajo, se planteó la implantación de un grupo psicoterapéutico en el Centro de Salud Casco Botánico del Puerto de la Cruz a principios de 2016. La propuesta se presentó al equipo para que todos conocieran el tipo de paciente que podría beneficiarse de la asistencia al grupo. Todos los miembros sanitarios del equipo pueden proponer pacientes para su inclusión en terapia. Antes de incluir a un nuevo participante se le hace una entrevista individual en la consulta para conocer su problema y su intención de responsabilizarse para trabajar por la mejoría de su salud. Con cada paciente se pactan dos compromisos previos: de asistencia regular y de absoluta confidencialidad.

El primer grupo se inició en marzo de 2016 y actualmente tenemos en marcha dos grupos de terapia, con reuniones de una hora y media a jueves alternos. Se trata de grupos semicerrados de entre 8 y 10 personas con el objetivo de que los participantes sean estables y se establezca una adecuada dinámica grupal.

Los grupos se sugieren a personas con cualquier malestar subjetivo –descartada la enfermedad psiquiátrica establecida (psicosis, delirios, trastornos bipolares o de la personalidad, depresión mayor en fase aguda…)– que el paciente quiera mejorar para conseguir una vida más productiva y placentera: trastornos ansiosos, depresivos, adaptativos, somatizaciones, fobias…, teniendo en cuenta que se calcula que entre el 25 y el 50% de los pacientes que acuden a los centros de Atención Primaria expresan cierto grado de malestar psicológico como una de las razones que les lleva a consultar al médico.

La problemática heterogénea de los asistentes enriquece la interacción grupal y promueve la reflexión y el crecimiento personal.

Los resultados cualitativos de este trabajo, basados en los comentarios de los pacientes –en el grupo o a sus médicos– y en su asistencia regular, se ilustran en las siguientes frases:

  • Desde que vengo al grupo he aprendido a poner más límites con mis hijos.
  • Parece que no, pero lo que se habla en el grupo luego me viene a la cabeza y lo utilizo en mi día a día.
  • Me siento mucho mejor; sigo viniendo porque me gusta, pero ya no estoy todo el día angustiada y siempre pensando en lo mismo.
  • Doctora, en realidad, lo único que me ha servido de verdad en todo este tiempo es el grupo.
  • Una persona que casi no participa, casi nunca habla, pero dice que a ella el grupo le viene muy bien y no falta a ninguna sesión.
  • Algunas personas han dejado la medicación ansiolítica-antidepresiva que tomaban previamente porque se sienten mejor.
  • Los grupos terapéuticos se han constituido en un dispositivo cercano e inmediato para ayudar a los pacientes aquejados de angustias vitales agudas.

Con la evolución de los pacientes en los grupos, que inicialmente se plantearon sin fecha de finalización para que fueran los propios pacientes los que decidieran cuándo daban por terminada su terapia –siguiendo la técnica psicodinámica–, se plantea la cuestión de enseñarlos a desvincularse para que continúen su recorrido vital de manera independiente. Con este planteamiento, estamos programando un límite temporal con la intención, por una parte de agilizar los procesos grupales y por otra, de iniciar nuevos grupos con otros pacientes que permitan dar cobertura a la demanda de nuestro centro, dado el reducido número de participantes que permite una adecuada interacción grupal.

El manejo grupal sigue la técnica psicodinámica, fundamentada en el psicoanálisis. Se trata de una terapia más breve focalizada en los problemas actuales del sujeto, sin entrar en profundidad en toda la dimensión inconsciente individual. La dinámica grupal facilita la contextualización de los problemas para poder ampliar la perspectiva de abordaje. La intervención del psicoterapeuta abre una dimensión diferente a la que el paciente trae preelaborada. (5 y 6)

Bibliografía:

  1. “Salud Mental y Atención Primaria”, Ander Retolaza.
  2. “¿Somos todos enfermos mentales?”, Allen Frances.
  3. Estudio presentado en la “III Jornada de Benchmarking en Salud Mental en la Atención Primaria” del Instituto Catalán de la Salud (ICS), celebrado en marzo de 2017 el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
  4. “Sanidad ensaya con psicoterapia grupal para combatir el auge de la depresión.” Fermín Apezteguia en El Correo de 22 de mayo de 2017.
  5. “Psicoterapia focal”, Michael Balint.
  6. “El proceso grupal”, Enrique Pichón-Riviére.