Este elegante, largo y delgado vegetal fue descrito por primera vez en documentos encontrados en Mesopotamia. También en las tumbas de los faraones egipcios y en la antigua Grecia. Pero, tranquilos, no me voy a poner “pedanton” y escribir sobre sus orígenes, los pueblos que ya los disfrutaron o sus innumerables cualidades.Por eso voy a pasar directamente, sin enrollarme, al origen de esta receta. O mejor dicho, dónde la descubrí: Estambul.Es sencilla de elaborar, resultona a la vista y al paladar, y no le vamos a dedicar mucho tiempo.Sobre el original he realizado algunos cambios al utilizar crema fresca en lugar de yogurt.INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS6 puerros (la parte blanca de unos 8 cm.)200 ml. de crema fresca (o yogurt)4 dientes de ajo.PiñonesAceite de Oliva Virgen Extra.PimientaINGREDIENTES SALSA PESTO15 gramos de albahaca fresca.50 gramos de piñones.30 gramos de Parmesano recién rallado.1 diente de ajoAceite de Oliva Virgen Extra.Sal.PREPARACIÓNPonemos en la batidora, el ajo, las hojas de albahaca, los piñones y una pizca de sal. Pica todo bien hasta lograr una pasta. Poco a poco le vamos añadiendo el aceite de oliva mientras mezclamos todo hasta que se forme una mezcla uniforme y fina. Rallamos el queso Parmesano y mezclamos muy bien. Si nos ha salido muy densa la salsa le podemos añadir una cucharada de agua y continuamos batiendo. Colocamos la salsa en un recipiente y reservamos.Cortamos y limpiamos los puerros. Utilizamos sólo unos 8 cm. de la parte blanca. Los haremos en la vaporera durante unos 8-9 minutos.En una sartén sin aceite tostamos los piñones y los retiramos. En la misma sartén con un poco de aceite tostamos los ajos cortados a láminas.Montamos poniendo los puerros, la crema fresca por encima de ellos, la salsa pesto a un lado, y los piñones y ajos tostados.