Puerta Real y el Regimiento de Artillería de Plaza de Manila en Filipinas

Por Joaquim


Lo que ven en esta fotografía  es uno de los accesos a Intramuros, el barrio colonial español de Manila, en Filipinas, llamado Puerta Real. Se halla en unos jardines en el interior de la muralla, en el sector del baluarte de San Andrés y no lejos de donde estuvieron los cuarteles de La Luneta, hoy Rizal Park. Por su configuración más que una puerta parece la entrada de un cuartel, ya que una vez sobrepasado el arco uno se encuentra con sendas dependencias a mano izquierda y derecha que en realidad son cuerpos de guardia (en los que por cierto se exhiben pequeñas piezas de artillería antigua y componentes de piezas más modernas). En el escudo frontal figuran las armas de la Artillería española (dos cañones cruzados).
En realidad Puerta Real parece y seguramente fue la entrada a un cuartel de artillería (no la Maestranza, que estuvo situada frente a Fuerte Santiago, y de la cual no queda hoy ni una piedra). En el rótulo que campa bajo el escudo de armas artillero se dice que fue mandado construir por Carlos III en 1780. Por tanto durante las guerras de independencia filipina, ya tenía un siglo de existencia.
Descubrí este lugar por casualidad, cuando me dirigía a entrar en Intramuros desde Padre Burgos, ya que la puerta de Santa Lucía, en Bonifacio Drive, está cerrada no sé por qué. El jardín es un lugar ameno y fresco, muy bien organizado y cuidado, frecuentado por grupos de jóvenes estudiantes filipinos  y turistas sin prisas. La puerta tiene aspecto de haber sido reconstruida (recuerden que Manila fue arrasada por los bombardeos norteamericanos en 1945), pero el escudo de piedra parece el original.
Emociona pensar en los chicos del Regimiento de Artillería de Plaza número 1 de Manila, pasando bajo ese arco en 1898. Uno de esos muchachos, Donato Navarro Mairal, mi bisabuelo, seguramente debió sonreír allá donde esté cuando este servidor de ustedes se dio casi de bruces con esa puerta de piedra, mientras caminaba por los jardines de Puerta Real. Y es que cada vez tengo más elementos de juicio para no creer en las casualidades.