Como madre primeriza tengo que admitir que he pasado por muchas facetas que componen el elegir “¿qué me pongo?” Razones que pudieron variar entre lo más personal, metafórico o simbólico, y la practicidad absoluta.
Sorry, no puedo presumir de haber sido una niña que desde su primer añito anhelara exclusivamente la excelencia en el diseño de la moda! Aunque sí recuerdo mis primeras botas de goma con los que pisaba los charcos, mi amor hacia las botitas de los patines que consideraba de las más elegantes con su superficie blanca y cordones perfilando el lomo!, Buscaba un pañuelo a lo Monroe para protegerme del viento cuando subía en las atracciones de la feria.
En mi descapotable con el pañuelito a lo Montroe
¡Faldas que me hubieran perdido!
En los vestidos buscaba que al girar crearan un halo sufí de flores a mi alrededor, las transparencias blancas y largas que mi mente infantil asociaba a las hadas. Cuando llegaron los queridísimos años 80, pues tengo que admitir que no habíamos empezado con buen pie, odiaba las hombreras, las camias XXXL, los cardados, y qué horror, los pantalones que parecía que hacían escalada libre sobre el cuerpo! Y qué alivio cuando esta cintura empezó a bajar, a coquetear con la cadera y cuando el cambio de siglo empezó a vislumbrarse cerca! En aquellos tiempos buscaba hacerles la contraria a mis padres, en otras etapas me fijaba en lo abstracto del diseño, una especie de evaluación mental que buscaba la innovación, el arte y arquitectura en el diseño de la moda, me cuestionaba la combinaciones clásicos y las ponía en tela de juicio. Y un día me crucé con alguien llevando mismo abrigo que yo. Ouch! Eso dolió, y me prometí que nunca más. Allí empezó mi búsqueda del nuevo diseñador, de las pequeñas boutiques cerca de Covent Garden y Malasaña! Luego vino el embarazo con mis primeras intenciones de llevarlo con elegancia hasta los últimos meses cuando rezaba por no parecer un tanque con patas! El parto y la lactancia convirtieron el tiempo invertido en la toma de ese tipo de decisiones en un cero muy redondo, y la búsqueda se centró en lo rápido y práctico hasta tener mis atuendos que, con remordimiento llamaba los de men in black y spider woman!
Los terribles años ochenta
Heidi Klum en los emmy 2009! Asi me hubiera gustado estar!!!
Y ahora me gustaría considerar que mis decisiones tienen algo más de madurez, busco lo original, lo cómodo, buena calidad para que sean prendas no de usar y tirar (sin mencionar donde puedes encontrar las últimas). Esa también fue otra de las razones por embarcarnos en el viaje de www.mi-spain.com,. porque algunos de los vestidos de Ana Sanchez son únicos en el mundo mundial, y de los de Cristina Maser sólo dos; Assad Awad con su calma viste a estrellas de pop excéntricas como lady gaga y Madonna, Issie presume de prendas ecológicas ( otra debilidad mía que irrumpe en todas las facetas de mi vida) con unos diseños de lo más Tadao Ando, Makara lleva sus bolsos hechos con piel de pitón a niveles de lujo con la calidad de su acabado, Dragomir Krasimirov te regala unas prendas que rozan la exclusividad con diseños que abrazan el cuerpo de ángulos todavía por experimentar, y no me voy a olvidar de Hoertonn que te cubre con el desenfado absoluto, igual que su destreza en vestir los actores en una puesta en escena de teatro. Y eso es lo que busco en lo que me pongo!!